El sindicato de trabajadores Comisiones Obreras denunció ayer una mala práctica que parecía superada en el tejido empresarial. CC OO se refirió al cierre repentino y sin previo aviso de una empresa, dejando a los trabajadores en la calle, sin explicaciones y adeudándoles importantes cantidades de dinero, según siempre el citado sindicato.
Concretamente, CC OO aseguró en un comunicado que «el propietario del restaurante ilicitano La Alacena de Flare, situado en la plaza de la Fregassa, Ramón Sánchez Estévez, que fue presidente del Elche C.F. (2003-2006) (...), lleva días sin dar respuesta a los trabajadores del restaurante en relación a la importante cantidad de dinero que les adeuda».
Según indicaron las mismas fuentes, se trata de un grupo de doce trabajadores, de los que cuatro son estudiantes contratados para reforzar la plantilla durante 15 días, coincidiendo con las semanas de las fiestas de Elche. Además, CC OO asegura que «en algunos casos estaban sin dar de alta en la Seguridad Social, mientras que el resto era personal fijo a media jornada, a pesar de que trabajaban muchas más horas que la jornada completa».
El sindicato afirmó ayer que «los turnos de trabajo empezaban a las 9 de la mañana y terminaban, el primero a la 1 de la madrugada y el segundo tres horas después. Después de estas jornadas de 16 horas, el propietario amenazaba a la plantilla con no cobrar si no se terminaba el trabajo».
Los denunciantes aseguran que «al personal fijo le debe unos cuatro meses de salario, que van desde los 4.500 a los 7.000. Además, parte del trabajo no se declaraba y se cobraba en "b"».
Los representantes sindicales apuntaron que «tras esta situación de abuso y explotación laboral sistemática, de chantaje y maltrato al personal, de incumplir sistemáticamente sus obligaciones con la Seguridad Social y con la plantilla, se desconoce el paradero del propietario del restaurante por lo que se supone que se ha fugado con la recaudación hecha estas pasadas fiestas».
Así las cosas, según manifestaron desde CC OO, «la plantilla de este restaurante ya ha iniciado los trámites para denunciar la situación por vía administrativa a fin de conseguir recuperar, al menos, una parte de los derechos vulnerados por el empresario».
Una de las primeras acciones ha sido una denuncia presentada ante la Inspección de Trabajo, a la que ha tenido acceso este diario. En ella, los trabajadores de la firman explican que «el pasado día 15 de este mes de agosto al terminar la jornada estábamos esperando para cobrar las nóminas. Previamente el jefe nos amenazó para trabajar 18 horas seguidas desde el día 2 de agosto, diciendo que si no trabajábamos no nos pagaría. Ese día se marchó sobre las 17.30 horas, por lo que por la noche no nos pagó».
En la denuncia presentada ante Inspección de Trabajo también se explica que «el 16 de agosto, al acudir a trabajar toda la plantilla, vemos que el centro no se ha abierto. Desde entonces el jefe está en paradero desconocido y el centro de trabajo cerrado, sin que nos haya dado explicación alguna, y sin haber entregado carta de despido, por lo que estamos todos los trabajadores sin ocupación efectiva».
Los denunciantes también señalan en su escrito ante Inspección de Trabajo que «siempre hemos trabajado muchas más horas que las de la jornada ordinaria, teniendo contratos a tiempo parcial o incluso sin dar de alta». Además, sostienen que «la empresa nos adeuda salarios desde junio, y cuando hemos cobrado lo hacemos con mucho retraso y sin cobrar las horas extras que hemos hecho ni las pagas extras».
Este diario trató ayer de ponerse en contacto en varias ocasiones con el propietario del restaurante para conocer su versión sin éxito.
