Encontrarse el cartel de reservado al entrar a un restaurante o un bar ha sido la norma casi general de estas fiestas. La hostelería ha afrontado una de las semanas más rentables del año con un buen sabor de boca, principalmente los establecimientos de la zona centro de la ciudad. Y es que, los locales del casco urbano han logrado incrementar su clientela alrededor de un 40% e incluso duplicarla estos días respecto a otras épocas del año.
Esta es la lectura general que hacen los restauradores, satisfechos, sobre todo, con los días grandes de las fiestas, que este año han coincidido con el fin de semana, lo que ha desembocado en un mayor tirón económico que en otras ediciones. Así, tanto viernes, como la Nit de l'Albà o La Roà, han sido especialmente claves al contar con lleno absoluto. De hecho, la Concejalía de Aperturas registró un aluvión de peticiones para instalar más terrazas estas dos noches, (un 20% más que en 2015) ante el creciente interés de los hosteleros y, en parte, también, por el incremento de este tipo de negocios en el casco antiguo.
De esta manera, las reservas han primado durante las celebraciones más tradicionales de las fiestas, aunque a lo largo de la semana también han sido muchos los que han querido reservar con antelación ante el desbordamiento de gente que ha optado por comer o cenar fuera de casa.
«La afluencia de gente se ha notado mucho estos días. El pueblo está lleno y eso se nota en la caja cada jornada», apuntó el encargado de un establecimiento hostelero de la plaza de las Flores. En esta línea, desde otro restaurante de la plaza de la Fregassa anotaron que «hemos tenido reservas todos los días. El centro se llena con la gente del resto de la ciudad, además de los turistas, mientras el resto de barrios se vacían».
Asimismo, el responsable de otro establecimiento de este mismo enclave, señaló que «tenemos reservas cada día, las cenas son más fuertes que las comidas y este año se ha dejado notar mucho el turismo internacional y nacional». Mientras, desde otro negocio situado en los alrededores de la plaza del Congreso Eucarístico comentaron que «esta semana hemos trabajado como si fueran todos los días sábado o domingo, sobre todo al mediodía, al coincidir con las mascletás».
Más visitantes
Precisamente, los visitantes foráneos se han dejado notar entre la clientela en los restaurantes y en los bares. Esta es la impresión con la que han coincidido la mayoría de negocios de la zona centro. «Hemos visto muchos más turistas extranjeros que en Navidad o que en Semana Santa», añadió el gerente de un negocio de la Glorieta. Y es que, el repunte del turismo internacional en un 20%, a nivel nacional, y la recuperación económica han tenido su efecto en estas fiestas. De hecho, los empresarios han destacado que el poder adquisitivo de las familias ha mejorado en los primeros seis meses del año y eso ha desembocado en beneficios para los hosteleros.
Sin calor
Otro factor que ha ayudado a que estas fiestas sean positivas para el sector servicios, tal y como apuntaron desde AESEC, ha sido el hecho de contar con temperaturas más suaves, lo que ha invitado a la gente a pasar más tiempo en la calle y, consecuentemente, a consumir fuera de casa. Aunque desde la Asociación de Empresas del Sector Servicios de Elche y Comarca todavía no se atrevieron a hacer un balance de los clientes, sí que constataron la gran afluencia de personas en los negocios hosteleros y se mostraron con grandes expectativas.
De esta forma, la intensa actividad económica ha propiciado que se realicen nuevas contrataciones en las celebraciones patronales. Concretamente, de media, los negocios han contratado a dos personas de refuerzo para atender a sus clientes. Con este balón de oxigeno, la ciudad se prepara ahora para afrontar una segunda quincena de agosto, en la que el movimiento cae en picado y muchos locales aprovechan para descansar y cerrar por vacaciones.
