Sara Marín regresó de Florencia el viernes por la noche. Desde bien temprano ella y su familia usaron muchos medios de transporte en un cansado viaje tras una semana intensa deportivamente hablando. Las esperas entre transbordos se tornaron en entretenidas. Sara Marín y su madre no cesaron de recibir mensajes de felicitación e interés por logros de esta medallista que ha conseguido que la gente de Elche no sólo esté pendiente de los grandes deportes sino también de la gimnasia rítmica para personas con Síndrome de Down. S. M.