La Casa de la Dona de Elche lleva a cabo una particular escuela de verano educativa en la que promueve la igualdad de trato entre niños y niñas.

«El sueño de Paula» es el proyecto de dos recién graduadas del ciclo de Técnico Superior en Integración Social del IES Victoria Kent, Marta Izquierdo y Mónica Nortes, en el que están inculcando el respeto y la igualdad de trato a menores que son hijos e hijas de mujeres que han sufrido violencia de género.

Las especialistas en integración social elaboraron esta iniciativa que realizaron nada más egresar de sus estudios y que la Concejalía de Bienestar Social quiso impulsar este verano.

Izquierdo y Nortes basan su plan educativo en sesiones que durarán hasta el 5 de agosto y que se llevan a cabo tres veces por semana. Cada lunes, miércoles y viernes, de 10 a 13.30 horas, un grupo de aproximadamente 25 niños y niñas se reúnen en la Casa de la Dona, en el centro social de la plaza Barcelona, para trabajar la igualdad.

Cada sesión se divide en dos partes. En la primera, los pequeños están ensayando una obra de teatro inspirado en un cuento, «El sueño de Paula», que fomenta la igualdad de oportunidades entre todos los sexos y culturas. Marta Izquierdo explica que el lenguaje inclusivo es crucial en esta obra y que incluso tiene un personaje propio para potenciarlo.

La segunda parte de la sesión corresponde a actividades y juegos alejados de los tradicionales refuerzos escolares de matemáticas o lengua. Estos están encaminados a trabajar las emociones y a inculcar el respeto entre los participantes. De este modo, realizarán un «emocionario» en el que cada asistente ilustra emociones tan dispares como la decepción, la intriga, el miedo o el amor.

También están elaborando un libro de cuentos escritos por ellos con temas no sexistas y no violentos. «Y ha sido una odisea conseguirlo» explica la creadora del proyecto Marta Izquierdo.

Además, están creando un catálogo de juguetes no sexistas en el que han hecho recortes de catálogos reales para darles la vuelta e incluir a niñas en actividades en las que no suelen estar incluidas y viceversa.

También se leen cuentos tradicionales y les dan finales alternativos. Nortes explicó cómo los participantes dieron la vuelta al cuento de Caperucita Roja y se convirtió en una historia en la que «Caperucita y el lobo son amigos y van juntos a la Universidad a estudiar Magisterio».

Las integradoras sociales admiten que es difícil tratar estos temas entre un grupo de menores que van desde los 3 a los 13 años y en el que han llegado con unos roles de chicos y chicas muy marcados y con un contacto entre ambos sexos muy distante. No obstante, tras varias sesiones, ya han obtenido resultados y sus madres afirman que ya no llegan tan nerviosos a casa cuando acaban.

El alumnado del taller vino a través de los talleres de educación en habilidades de Bienestar e Igualdad a los que han asistido mujeres que han sufrido violencia de género o que se han enfrentado a situaciones traumáticas y necesitaban apoyo y un empuje para valorarse y salir adelante.

Todos los resultados de sus trabajos serán expuestos el próximo 5 de agosto en la Casa de la Dona de Elche.