Los miembros de la Comunidad de Regantes Carrizales, cuando agarran uno de sus melones, son conscientes de que tienen un producto gourmet entre las manos. El problema: no cuentan con los suficientes recursos hídricos para plantar más. Su presidente, Fernando Antón, explicó ayer a este diario que están generando lazos con agricultores de otras zonas del Camp d'Elx, el Baix Vinalopó y la Vega Baja para plantar melones «de calidad» como los que ellos sacan cada año, con un tipo de cultivo muy especializado que no solo es respetuoso con la fauna que se esconde bajo los carrizos, sino que la aprovecha para evitar pesticidas o productos químicos.

Los socios de la cooperativa, dependientes de esta comunidad, disponen de 20 hectáreas, de las que sacarán esta temporada alrededor de 300.000 kilos de melón. Una producción que tienen prácticamente vendida. «Nuestra demanda cubriría el doble de lo que generamos, de ahí que busquemos expandir la producción de este tipo de fruta que, sobre todo, se distribuye en la provincia», reseñó Antón, a la vez que detalló que, en los últimos años, ya han realizado algunos experimentos en terrenos de Dolores y Santa Pola.

Todas estas afirmaciones las realizó durante el tradicional inicio de campaña del melón de Carrizales, al que se sumaron los alcaldes de Elche, Dolores, Rafal, San Isidro y Elda (como presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias), y la directora territorial de Medio Ambiente, Carmen Català. Un acto que contó con el apoyo de la Unió de Llauradors, asociación en la que está integrada dicha comunidad de agricultores; y en el que el propio primer edil de Elche, Carlos González, fue el encargado de cortar el primer melón.

El presidente de la Comisión Ejecutiva de la Unió, Juan Miguel Montaner, indicó que, «aunque estos terrenos tienen unas características específicas, sabiendo manejar las aguas se pueden producir melones como éste en otros puntos del sur de la provincia».

En este tipo de producto, según Antón y Montaner, incide la salinidad, la riqueza de la tierra y el tratamiento ecológico que reciben: no le echan ni abonos químicos ni pesticidas, solo fertilizantes orgánicos que desarrollan la flora microbiana. Aparte, el suelo tiene un buen nivel de carbonato cálcico. Con toda ello consiguen una fruta que combina una textura crujiente y dura con un sabor dulce.

Esta fórmula tan específica plantea a estos agricultores una fase previa de experimentación antes de lanzarse a cultivar en otros territorios. «Por eso, primero valoraremos cómo han salido este año los que hemos plantado en Dolores y, el que viene, si sumamos a más socios, produciremos entre un 15% y un 20% más. Si todo va bien, en dos años, calculamos que ya podríamos doblar la cantidad sin ningún problema», desgranó el presidente de Carrizales.

Recuperar una idea

Fernando Antón quiso aprovechar la numerosa presencia de alcaldes para reclamar la creación de un parque agrario en toda la zona que les rodea, inspirado en lo que ya existe en los campos italianos de Milán, Génova o en los catalanes del Baix de Llobregat. Una vieja reivindicación que se quedó estancada tras el fallecimiento en 2009 del exconseller de Agricultura José Ramón García Antón, con el que la Unió de Llauradors ya había iniciado conversaciones. El presidente de Carrizales y también vocal de la Unió manifestó que este ente de gestión «organizaría el territorio e impulsaría una agricultura sostenible, el agroturismo -no olvidemos que disponemos de dos parques naturales como lo son El Hondo y las Salinas, además de El Marjal en Vega Baja- y la agroindustria». Además de incidir en que ayudaría a expandir la producción de un melón como el de Carrizales.

Según Fernando Antón, la creación de esta figura administrativa, que actualmente no existe a nivel autonómico, «generaría una marca de calidad para todos los productos que se desarrollen bajo ese paraguas». Especificó que se basa en el modelo agrícola europeo y para crearla necesitan el respaldo tanto de las instituciones como de las comunidades de regantes, los agentes de desarrollo rural y los empresarios de la zona.

El presidente de la Unió de Llauradors quiso destacar que los presidentes de los juzgados privativos del agua de Almoradí y Orihuela acudieron al acto interesados por la idea del parque agrario. El alcalde de Elche, Carlos González, se mostró muy a favor de su puesta en marcha y prometió que su Ayuntamiento trabajará, de la mano de la Conselleria y de los agricultores, para definir las bases de esta iniciativa de gestión.

La directora territorial de Agricultura y Medio Ambiente, Carmen, subrayó que el hecho de que los parques naturales de la zona sur de la provincia cuenten con un nuevo director, con un perfil de técnico, «es muy importante para recoger este tipo de reivindicaciones y darles forma». En su opinión, «la creación de un parque agrario en un campo vivo como el de los Carrizales, donde se generan unos productos de tanta calidad y con unos criterios de sostenibilidad, es, sin duda, un proyecto que tenemos que apoyar desde la Generalitat».