Una parte importante de los usuarios del Centro de Atención Especializada a Mayores (CEAM) de Elche están mucho más que indignados, no solo con lo que viene aconteciendo en este centro en los últimos años, las decisiones que se han venido adoptando sobre su funcionamiento, lo dilatado de las obras de reforma o la reorganización de los últimos meses, sino también, y muy especialmente, según insisten, con el actual director.
«No sirve ni para botones», manifiesta José Asencio, uno de los portavoces de los usuarios, los cuales, según coinciden en expresar muchos de ellos, da la sensación de que se esté invitando a las personas mayores a que se cansen y dejen de acudir a este centro.
El malestar es más que evidente. El enfado, mayúsculo. Y las quejas a viva voz, numerosas. La lista de problemas, carencias, dificultades o denuncias que exponen los distintos usuarios es bastante extensa.
Por ejemplo, denuncian que antes contaban con una biblioteca donde poder leer libros y consultar los periódicos (que también se han reducido). Ahora, la supuesta biblioteca es, a su vez, sala de usos múltiples, con lo que cuando hay que realizar alguna actividad, los lectores tienen que desalojar la sala.
Además, según pudo comprobar este medio en su día, en la biblioteca no había ni un solo libro en las estanterías. Es más, no había estanterías y los libros permanecían guardados en cajas amontonadas. Varios usuarios aseguran además que se llenaron dos contenedores con los libros que se tiraron a la basura en su día por parte del propio centro.
Antonio Martínez, otro pensionista, relata cómo, desde hace 3 ó 4 años no se sirven comidas, algo que suponía toda una ventaja para ellos, por cuanto se ofrecían almuerzos muy económicos. Pero es que, además, la persona que regentaba la cafetería también ha decidido cerrarla por problemas con el director, según siempre Asencio y varias decenas de usuarios. «La gente antes lo pasaba bien, pero todo ha empeorado con el actual director y mucha gente se ha ido», insiste otro grupo de jubilados.
Otro tema espinoso tiene que ver con la antigua y conocida Coral del Hogar del Pensionista. Según los denunciantes, han dejado de ensayar en este centro por los continuos impedimentos que se les ponía.
Tomar cartas en el asunto
«El alcalde, el concejal de Mayores y Mireia Mollà están dispuestos a ayudarnos», expresaba Asencio, quien insiste en que se tomen cartas en el asunto de una vez por todas.
Otro problema para preocuparse tiene que ver con el reparto de números para el servicio de podología. Rosario Martínez denunció que el 3 de junio «los que estábamos en el CEAM perdimos nuestra dignidad». Explica que a las 16 horas comenzaba el reparto de número, y que cuando ella llegó media hora antes ya había una «supercola» con un gran desbarajuste, que desembocó en una avalancha cuando comenzó el reparto, todo ello con muchas personas con bastón y andador. Rosario Martínez pide por ello «un poco de cabeza a los responsables del CEAM para organizar bien las cosas».
También existen quejas porque para jugar a la petanca hay que regar el terreno a diario y el grifo para llenar el cubo se encuentra lejos, por lo que para las personas mayores cargar con peso es un obstáculo. Aseguran a su vez que tampoco hay peluquería para señoras desde hace un año y que para jugar las partidas de dominó o de cartas se les reubica en sótanos donde apenas caben unos pocos grupos.
«Son interminables los problemas que hay. Merecemos un respeto, la ayuda y colaboración. Somos los que hemos hecho pueblo y este no es el pago que nos merecemos», remarca José Asencio.
Este medio no ha podido recoger la versión del director, ni el mismo ha tenido oportunidad de responder a los ataques de los usuarios porque, según la Conselleria de Bienestar Social e Igualdad, se encuentra de baja desde hace días.
Por su parte, desde la citada Conselleria se recuerda que el edificio lleva unos años en remodelación y que hace apenas dos meses se recepcionaron las distintas obras.
«El próximo curso estará al cien por cien», aseguran desde Valencia, al tiempo que informan de que en estos momentos se está adjudicando el nuevo mobiliario.
Con respecto al servicio de cafetería, la Administración autonómica asegura que «se fue porque el contrato terminó y se le ofreció que siguiera, pero no quiso. El servicio se volverá a sacar para el último trimestre», añaden las mismas fuentes.
Asimismo, la Conselleria de Bienestar Social afirma no tener conocimiento de ninguna queja sobre el servicio de podología, al tiempo que se remarcaba que días atrás acudieron sus técnicos para reconocer la situación.
Por último, se insiste en que tras las vacaciones irán entrando en servicio los programas, talleres, actividades y otros servicios para ir recuperando poco a poco la normalidad en este complejo.
«El de Elche podría ser el mejor CEAM de toda la provincia, pero es un sufrimiento continuo», lamentan algunos de sus usuarios, los cuales, incluso, se han visto obligados a protagonizar ya diversas protestas en el entorno del edificio para dar a conocer a la sociedad ilicitana la situación que, según ellos, vienen padeciendo desde hace meses.
