La Guardia Civil se ha incautado de dos aves rapaces disecadas que se encontraban expuestas en un local comercial de Elche como elemento de decoración, ya que la tenencia de estos animales está prohibida expresamente en la legislación vigente.

La incautación se llevó a cabo el pasado 14 de junio, cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza de Elche se encontraba realizando una inspección rutinaria en virtud de la lucha contra el comercio ilegal de medicamentos. Casualmente, según indicaron fuentes de la Guardia Civil, en uno de los establecimientos inspeccionados, en concreto en una herboristería, los agentes hallaron, a modo de decoración, dos aves rapaces disecadas.

La legislación vigente al respecto, la Ley 13/2004 de Caza de la Comunidad Valenciana y la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad, recoge que la tenencia de cualquier especie animal de fauna silvestre, viva o muerta, por parte de un particular, tiene que estar regulada.

Además, apuntaron las mismas fuentes, «la tenencia debe estar amparada por la correspondiente acreditación de que su caza o captura, o su adquisición mediante comercio, se hayan producido de forma legal». Además, en el caso concreto de las aves rapaces localizadas en el establecimiento ilicitano, apuntaron que «no están permitidas la caza ni la captura. Por lo tanto, en ningún caso existiría amparo legal para su comercio o tenencia».

Por este motivo, la Guardia Civil se ha incautado de los dos ejemplares de la especie Buteo buteo hallados en este comercio de Elche, procediendo, además, a formular la respectiva denuncia administrativa ante la Conselleria de Medio Ambiente. Las aves disecadas han quedado a disposición de la Guardia Civil.

Desde la adhesión de España al Convenio CITES (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora) el 16 de mayo de 1986, el país se comprometió con el establecimiento de una red mundial de controles del comercio internacional de especies silvestres amenazadas y de sus productos, exigiendo la utilización de permisos oficiales para autorizarlo.

Por tanto, la protección se extiende a los animales y plantas, ya sean vivos o muertos, sus partes, derivados o productos que los contengan. Es decir, que también se protegen las pieles, marfiles, caparazones, instrumentos musicales, semillas, o extractos para perfumería elaborados a partir de especímenes de especies incluidas en el convenio.

Desde la Guardia Civil apuntaron que «la conservación de la biodiversidad es un interés común a toda la humanidad y tiene una importancia crítica para satisfacer sus necesidades básicas. Es fundamental para la existencia del ser humano en la Tierra y constituye un componente clave de la sostenibilidad. Las estrategias para su protección establecen y definen objetivos y acciones que promueven la conservación, el uso sostenible y la restauración del patrimonio y los recursos naturales terrestres y marinos».