El cáncer de piel es el más común de todos los tipos de cáncer, y el más agresivo. Se trata del crecimiento descontrolado de células anómalas de la piel y sobreviene cuando el daño en el ADN de las células de la piel, provocado, principalmente, por la radiación ultravioleta procedente de la luz solar o de las camas de bronceado, desencadena mutaciones o defectos genéticos que hacen que las células de la piel se multipliquen rápidamente, dando lugar a tumores malignos.

Los dermatólogos advierten de que en los últimos años el número de personas afectadas no deja de crecer. Sólo en el Hospital General de Elche durante el 2015 se diagnosticaron 432 nuevos casos de carcinoma de células basales en 2015, la forma más frecuente de cáncer de piel.

Unos datos que salen a la luz cuando está a punto de llegar el verano, la época del año en la que los ciudadanos más se exponen a la luz de sol. Piscinas y playas son un lugar de encuentro y esparcimiento, donde no hay que olvidarse de protegerse adecuadamente del sol.

El jefe del servicio de Dermatología del Hospital General de Elche, Jaime Matarredona, advierte que «siempre hay que utilizar protección solar cuando se está fuera de casa, y no sólo en verano, sino durante todo el año». Por su parte, el jefe de Dermatología del Hospital del Vinalopó, Antonio Martínez, explica que «el sol tiene un efecto beneficioso, al aportar vitamina D, pero es perjudicial para el envejecimiento de la piel y porque provoca uno de los cánceres más agresivos, el melanoma, cuya aparición está relacionada con grandes exposiciones a sol».

En este sentido, los especialistas advierten que a partir de ahora muchas personas se someten a grandes exposiciones prolongadas de sol. Prácticas que no llevan a cabo el resto del año, y para las que es necesario tomar medidas de prevención. Antonio Martínez apunta que «el límite en la exposición de sol está en la quemadura. Si aparece es que hay algo que no se ha hecho correctamente, y hay que tomar medidas».

Los dermatólogos recuerdan que hay que evitar la exposición al sol entre las 12 y las 16 horas, curiosamente las horas en las que mayor cantidad de personas se concentra en las playas. También insisten en que hay que usar protección solar de forma adecuada.

Jaime Matarredona aconseja aplicar crema solar dos veces antes de tomar el sol. «Con la primera aplicación se cubren la piel y los poros, mientras que con una segunda aplicación protegemos la parte superior de la piel», indica.

Por su parte, Antonio Martínez recuerda que «el protector solar hace efecto a los treinta o cuarenta minutos, por lo que es conveniente aplicarlo antes de salir de casa». Después, apunta el dermatólogo del Hospital del Vinalopó, «hay que volver a aplicar durante el día cada tres horas, y después de salir del agua con la piel seca». Martínez también indica que «hay que tener en cuenta que el protector solar no actúa como pantalla, por lo que es necesario que se absorba para haga efecto correctamente».

Otra advertencia que lanzan los dermatólogos es que hay que tener mucho cuidado con los días nublados. Antonio Martínez explica que «el 80% de los rayos ultravioleta del sol atraviesan las nubes, por lo que hay que protegerse igualmente». Los rayos que se quedan en las nubes son los ultrarrojos, que son los que producen la sensación de calor, pero los que queman, los ultravioleta, pasan igualmente.

Los expertos también quieren acabar con el mito de que por quedarse en sombra no hace falta utilizar protección. Los especialistas recuerdan que los rayos del sol también reflejan desde el suelo y el agua, por lo que quedarse debajo de la sombrilla no es una solución.

En cuanto al nivel de protección de la crema solar Jaime Matarredona apunta que «un nivel de protección 30 ó 20 es suficiente para personas sin problemas», mientras que para aquellas con problemas en la piel o intolerancia al sol se aconsejan los factores más elevados.