José Luis Mas tiene como prioridad que la gente vuelva a no cortarse a la hora de proponer ideas para el centro cultural que se ha puesto ahora en sus manos, con el fin de que recupere ese carácter transgresor que por razones de dinero u otras, en las que prefiere no entrar, se ha ido diluyendo. Mas considera que Elche vive una especie de «removida» y esa es una ola que quiere surfear. Sacará dinero «de donde sea» para programar shows que «te dejen boquiabierto». Es un viejo conocido en L´Escorxador. Lleva años trabajando en la Concejalía de Juventud, enclavada también en el antiguo Matadero, y fue uno de los colaboradores de su antecesor, David López. Tampoco es una cara nueva en el mundo de la gestión cultural, ya que es desde hace 16 años el presidente de la Plataforma de Teatro Amateur e impulsó la muestra, también teatral y no-profesional, Dama d´Elx. Eso sí, deja claro que su rol teatrero no va a condicionar su línea como programador y gestor de este centro cultural. «Si la agenda dependiera de mis gustos, solo programaría musicales de Broadway y sería un coñazo», dice.

Bueno, y entonces, ¿en qué vamos a notar la marca de José Luis Mas como programador?

Quiero recuperar ese carácter transgresor que impusieron algunos de mis antecesores y, por otro lado, pretendo que se potencie desde aquí la cultura como industria.

¿Y eso cómo se consigue?

Pues, por ejemplo, potenciando coproducciones realizadas por ilicitanos o ilicitanas tanto con L´Escorxador como con otros centros culturales cercanos como el Párraga de Murcia o Las Cigarreras de Alicante. Asimismo, impulsando muchísimo la formación, que ya se hace. Pero mi intención es dar un salto más allá. Es decir, ahora, la mayoría de talleres que se ofrecen son de iniciación. Lo que yo quiero ofrecer son cursos también para profesionales, tanto en disciplinas técnicas (iluminación, sonido, etc...) como escénicas.

Su historia ha arrancado con un poco de polémica por la forma en la que ha sido designado, lo que de hecho demoró la operación.

Esa pregunta es política y yo no soy político. Yo simplemente hago gestión cultural.

Le entregan el testigo de un centro cultural que, a pesar de lo que fue cuando se abrió, ahora está desaparecido del mapa.

Eso es algo que se debió a una falta de presupuesto y tengo claro que el anterior programador, David López, hizo lo que pudo. Muchas veces, a los gestores nos piden creatividad para programar cuando no hay dinero, pero esa es una fórmula que se agota. A mí no me han ampliado el presupuesto, pero sé que el coordinador de Cultura, Javier Baeza, está peleando conseguir más dinero. Mientras tanto yo pienso arañar todo lo que pueda y buscar propuesta escénicas y musicales interesantes, así como coyunturas factibles. Por ejemplo, hay un grupo norteamericano que se llama New Madrid al que le venía bien tocar en Elche en su gira por España. Son cosas que hay que cazar al vuelo.

¿Pero esa política pasa por el regateo con los grupos?

En absoluto. No pienso trabajar con mínimos. Me niego a la mendicidad artística de reducir el número de actores, bailarines o músicos para poder actuar. Si se hacen las cosas, se hacen bien. La Administración no debe regatear con los artistas. Lucharé para poder afrontar los cachés y no reducirlos. No sé de dónde sacaré el dinero, pero te aseguro que lo sacaré.

Vamos a notar su carácter moderno, más allá de sus camisetas de Iron Maiden...

Yo diría que voy a traer propuestas distintas y revitalizadoras. Sin olvidar una cultura más costumbristas y familiar, ya que quiero fomentar el hecho de que los niños estén acostumbrados en Elche a ver todo tipo de cultura desde bien pequeños. A nivel de teatro, aquí se les inculca ya desde el colegio. Con la transgresión o lo underground quiero ir de manera paulatina, aunque ya estoy oteando espectáculos como el que propone el grupo De la Purísima, en el que una chica canta jazz mientras su compañero le lanza cuchillos. Pero, poco a poco, no nos vayamos a cortar con las prisas.

¿Y cree que hay público para todo lo que usted prepara?

Por supuesto. A nivel de cultural en esta ciudad hay una ebullición que mis amigos y yo hemos bautizado como la «removida». El otro día, en un concierto de un grupo poco conocido como Las Bistecs, había aquí 700 personas. Pienso que L´Escorxador tiene que ser un punto de referencia para todo el caldo cultivo creativo que hay tanto en Elche como en el Parque Empresarial de Torrellano, con empresas como Tempe, Mustang o Hawkers. También considero que hay ciertas áreas descuidadas como el hip hop o el punk. Existe mucho rap y punk en Elche, pero quizá no se ha establecido el canal de comunicación idóneo con sus protagonistas.

Hablando de música. Elche se ha quedado muy al margen de los circuitos de conciertos...

En la Llotja se hacen cosas, pero sí queremos, desde aquí, volver a situar esta ciudad dentro de los recorridos por nuestro país de grupos tanto nacionales como internacionales. Por otro lado, ya fuera de L´Escorxador y como miembro de la comisión municipal de Cultura, tengo claro que Elche necesita ya un festival del mismo nivel del Low o el SOS 4.8. Sé que hay voluntad política por conseguirlo.

Y a nivel de cine...

En esta ciudad tenemos el Festival de Cine Independiente de Elche, que organiza la Fundación CAM. No creo que necesite modernizarse porque ya funciona de por sí. Lo que sí me gustaría es tratar de colaborar con ellos para recuperar el ciclo de óperas primas, que se acompañaba de la visita del director de cada película. Sería genial retomar esa iniciativa y traerla aquí, a L´Escorxador. Sé que la Fundación está abierta a estas sinergias.

¿Nos puede contar algo de su programación?

La semana que viene presentamos la programación de verano. Además de talleres, como el de teatro robótico, vamos a potenciar los espectáculos nocturnos en la terraza en un ciclo denominado «Les nits d´estiu». Entre otros grupos, vamos a traer a Zahara, que viene con su gira «Acustiquísimo». Queremos hacer un rollo bonito con proyecciones; muy Pinterest. También hemos programado un concierto con el grupo The New Raemon y el ilicitano Nacho Casado. Además, proponemos un ciclo de cine al aire libre para toda la familia en el que recuperaremos películas tan míticas como «Los Goonies».