El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Elche enviará casi con total seguridad nuevos técnicos al hotel de Arenales del Sol para conocer el estado y la evolución de las obras acometidas desde la última inspección municipal, que tuvo lugar el pasado día 19 de abril.

De igual modo, la Administración local también tiene capacidad de imponer la sanción que estime conveniente, en aplicación de la Ley Urbanística de la Comunidad Valenciana y que, por tanto, podría sumarse a la que pudiera decretarse en aplicación del Reglamento General de la Ley de Costas.

Es decir, cabe la posibilidad de que la empresa responsable de la actuación tuviera que hacer frente no a una, sino a dos sanciones, normalmente económicas, todo ello siempre y cuando en los periodos de alegaciones no justifique, argumente o explique de forma convincente una serie de actuaciones que ambas administraciones, la estatal y la autonómica, están poniendo seriamente en cuestión.

Las posibles sanciones variarían en función del volumen de la obra realizada no ajustada a la licencia, algo que por el momento no es posible conocer.

«No estamos acusando a nadie de acometer una ilegalidad», quería dejar claro ayer el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, quien apuntó que una de las posibilidades que se abren ahora -después de remitir el pasado 30 de mayo la empresa del hotel las alegaciones al informe elaborado por los técnicos municipales, y recibirlo Urbanismo el pasado jueves- es que funcionarios del Ayuntamiento tengan que personarse de nuevo en la zona de obras para ver si efectivamente lo alegado es correcto o se ajusta a la legalidad vigente. Lo que sí que está claro es que no solo la Dirección de Costas ha constatado, a su juicio, que los responsables de la actuación se han extralimitado con respecto al proyecto y al permiso de obras, sino que también el Ayuntamiento de Elche coincide en este diagnóstico a priori.

Demoliciones y colapsos

Ante todo ello, los técnicos municipales van a examinar las alegaciones presentadas por los responsables de la rehabilitación del hotel, los cuales también están trabajando en la documentación que van a entregar a Costas justificando el qué, el cómo y el por qué han tenido que hacer lo que han hecho: sustitución de piezas estructurales con demoliciones parciales controladas e eliminación de pilares de fibrocemento y de muretas de carga de ladrillo porque así obliga la legislación, según apunta la mercantil responsable de la rehabilitación.

Junto a ello, la empresa encargada de la actuación en el hotel reconoce que determinadas piezas estructurales metálicas y de hormigón prácticamente se desintegraban y que ha habido colapsos parciales debido al deficiente estado del complejo, que comenzó a levantarse en 1960, abrió sus puertas en 1963 y las cerró definitivamente en 1979.

«Nos preocupa y mucho», apuntaba el titular de Urbanismo en referencia a la situación del hotel, sobre el que planea la posibilidad de que de nuevo vuelva a ser abandonado y las ruinas sigan presidiendo la primera línea de playa de Arenales como en las últimas décadas, algo que es justo lo contrario de lo que quieren no solo los asiduos a esta playa, sino sobre todo los vecinos y los propietarios de negocios, que esperaban con expectación la llegada de turistas a partir de la anunciada reapertura del hotel en verano de 2017.

José Manuel Sánchez aclaraba ayer que según la legislación valenciana, el Ayuntamiento no puede parar provisionalmente las obras, como sí lo ha hecho Costas, sin dar el trámite de audiencia a la empresa para que pesente alegaciones. La Dirección General de Costas sí ha parado las obras y está a la espera ahora de recibir y poder estudiar las alegaciones de la firma.

Del mismo modo, desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, del que depende Costas, se aseguraba ayer que la paralización de las obras «es una medida preventiva que no presupone el resultado de las comprobaciones que se están llevando a cabo en el procedimiento iniciado».

Por su parte, en el Ayuntamiento no se descarta que todo o parte de lo que a priori parecen actuaciones irregulares, se pueda legalizar, aunque eso se tendrá que ver más adelante.

Legalizable

El equipo de gobierno tripartito ilicitano tiene claro por tanto que, según lo que le indican sus técnicos, parte de las obras ejecutadas «no están contempladas en la licencia municipal», a lo que la empresa ya ha respondido afirmando que «son absolutamente legales o legalizables».

Desde Urbanismo -que reconoce que la reapertura del hotel de Arenales sería «un claro dinamizador de la actividad económica de la zona- se asegura que va a tratar de darle la celeridad máxima, pero sin saltarse la ley y velando por la legalidad.

Vertiente política

Además, de la cuestión administrativa y las consecuencias económicas en todos los sentidos -la empresa ha confirmado que a raíz de esta paralización los puestos de trabajo quedan suspendidos-, la última polémica por el hotel de Arenales también incluye connotaciones políticas.

Así por ejemplo, el edil de Urbanismo (PSOE) respondió ayer a las recientes críticas de la oposición y recordó que ha sido el Ejecutivo central el que ha paralizado la actuación y que «no vale todo en política. Los ciudadanos están cansados de políticos que quieren mezclarlo todo, como el PP y otros partidos. A mí no se me ha ocurrido echar la culpa al PP del Gobierno central».