Apagada o fuera de cobertura. Esa es la sensación que desde fuera, desde la sociedad, se percibe de Esquerra Unida en Elche, un partido que en los últimos años no ha conseguido superar sus diferencias internas y que lastra el recorrido y el alcance que pueda tener esta formación en una ciudad obrera y tradicionalmente reivindicativa como la ilicitana.
Con el advenimiento de Podemos de cara a concurrir conjuntamente en las pasadas elecciones municipales (y autonómicas) ya hubo sus más y sus menos en EU. Un sector, el que al parecer controla ahora el partido, no quiere ni hablar ni antes ni ahora de esa posibilidad. Aunque todo apunta a que se lo van a tener que replantear. Otro bloque, en cambio, sí que está convencido desde hace mucho tiempo de que la convergencia es una herramienta, no un fin. De hecho, al margen de la dirección oficial de EU en Elche, se están creando espacios de diálogo con los de José Vicente Bustamante y también con los de Mireia Mollà
Y así está el partido. Atascado. Obligado ahora a ir de la mano con Podemos, algo que a los máximos responsables del partido en Elche no les agrada, mientras que los que sí que estaban y están por la labor no han visto más salida que abandonar no solo los cargos de dirección, sino también la militancia, muy a su pesar. Aseguran desde un sector que ha habido una desbandada de militantes ante el inmovilismo de los máximos responsables.
Así ocurrió, por ejemplo, con Robert Quereda, excoordinador y excandidato a la Alcaldía de Elche y que, cuando se marchó en marzo de 2015, María Espinosa Ruiz le tomó el relevo. «Abandoné la militancia por el tema de que la unidad y la convergencia con Podemos no se tenía nada claro. Y al final hemos llegado al principio. Aunque creo que llegamos tarde. A nivel municipal podríamos haber tenido incluso la Alcaldía», indica Quereda, que ya no milita en el partido, aunque se mantiene cerca.
«Hartos»
Otro exalto responsable de la formación, que prefiere no ser citado y que dejó el partido también hace varios meses, relata que los problemas internos que ha habido han desencadenado que muchos acaben hartos y hayan terminado por exiliarse de la agrupación. «Es una pena que se haya echado a perder el partido», apunta.
A juicio de él y de otros exmilitantes de EU, hay un grupo de personas en el partido que están más por encerrarse en sí mismos, que en dialogar y abrirse.
«Hay dos almas irreconciliables, estamos en catarsis permanente y también bloqueo permanente», expone José Ángel Quero, otro militante de referencia dentro del partido y también en su día coordinador de la formación.
A su juicio es evidente que hay una parálisis del partido, «pero no solo en Elche, sino también en Valencia. Hay una parte de EU que está por trabajar, por una campaña positiva y por la confluencia», opina Quero, quien reconoce que mucha gente ha abandonado la agrupación.
Precisamente, uno de ellos fue el último candidato del partido a la Alcaldía de Elche, Santiago Soriano. «La situación era insostenible internamente y tampoco había respuesta desde Valencia», manifiesta el alcaldable de las pasadas municipales. A su juicio, hay un núcleo en el partido que no ha sabido «adaptarse a los tiempos». Soriano tampoco está ya en el partido desde julio, pero confía en que alguna vez el sentido común se imponga.
Rubén Fernández confirmaba ayer que existe una gestora desde hace aproximadamente un mes, al frente de la cual se encuentra él. «No estamos desaparecidos. Estamos trabajando en la calle, en movimientos sociales. Por ejemplo, hemos estado participando con la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), en el movimiento por la Ley de Dependencia, en el Primero de Mayo, en los actos de la República y en charlas. El trabajo continúa», declara.
Reconoce, no obstante, que esta fuerza en Elche está en «reconstrucción» y que tantos procesos electorales en tan poco tiempo han implicado una serie de dificultades añadidas.
«EU no es una organización personalista, sigue siendo de las bases», defiende el responsable de la gestora, quien indica que el último censo del que tiene conocimiento apuntaba a unos 90 militantes en Elche.
Discrepancia interna
Según afirma, recientemente el 85% del partido ha votado a favor de la confluencia con Podemos, al tiempo que aclara: «Somos un movimiento político social y de la discrepancia interna es como crecemos», en alusión al conflicto interno en el que EU vive ya demasiado tiempo.
El responsable político del partido en la comarca, Rafael Gallardo, relaciona en cierta medida la situación del partido al proceso de congresos y asambleas en el que afirma que se está inmerso.
De igual modo, sobre el acercamiento a Podemos, expresa que ha habido algunas comunidades, entre ellas la valenciana, que ha tenido que negociar por su cuenta, en este caso a raíz de los recelos con respecto a Compromís. «Intentaremos normalizar esta situación», vaticina en cualquier caso Gallardo.
