El arquitecto Tomás Martínez Boix se mostraba ayer satisfecho de que los técnicos municipales comenzaran a desmontar las butacas del Gran Teatro, el primer «acto» de una intervención que consiste en cambiar 680 metros cuadrados de moqueta después de 20 años. Dos décadas de funciones, de conciertos, de presentaciones sociales... Dos décadas desde ese 1996 en el que este arquitecto veía como concluía una de sus obras más queridas: la gran remodelación que se realizó de este espacio escénico. «No soy nada receloso con la intervención que vayan a hacer. Cuando uno acaba un trabajo deja de ser tu obra y se transforma en algo en pro de la ciudad. Lo bueno es que se hagan estas cosas, que se conserve y no se deje de la mano de Dios», manifestaba Martínez Boix, que, en tiempos del exalcalde socialista Manuel Rodríguez, se encargó de trazar lo que es ahora el Gran Teatro de Elche.

Sin restarle importancia, aseguró que la actuación actual «no se puede comparar a la de los años 90». A lo que él se enfrentó fue a generar un nuevo piso, a agrandar el escenario, a replantear el patio de butacas y un largo etcétera de pequeños y grandes detalles... Todo conservando esa esencia de teatro lírico de herradura italiana. Una obra que ascendió a 2,4 millones de euros y que, sin duda, cambió la historia de la vida cultural ilicitana.

El arquitecto explicó que fue consultado por el arquitecto municipal, por el que tiene un profundo respecto, cuando preparaban la actual intervención. «Entre otras cosas, porque dudaba sobre introducir una máquina en el patio de butacas, por miedo a que no resista al estar debajo el plénum del aire acondicionado», detalló Martínez Boix.

Fuentes municipales remarcaron que la retirada de las más de 700 butacas les llevará solo esta semana. Después se procederá a cambiar la moqueta, lo cual se calcula que esté finalizado a finales del mes de junio.

Los técnicos dejarán apilados todos estos asientos en el hall del Gran Teatro. De momento, ayer, en solo una jornada, ya consiguieron quitar buena parte de ellos. Estos trabajos se están desarrollando con una subvención de la Diputación de 59.000 euros, que también se utilizarán para llevar a cabo mejoras en los Cines Odeón (La Filmoteca).

En los cines sí que se van a cambiar las butacas, con una reducción del aforo del 30%. Con parte del dinero del Palacio Provincial se va a sufragar la mano de obra, aunque el suministro de asientos corre a cargo del Ayuntamiento (asciende a unos 48.702,5 euros). El Consistorio tiene el objetivo de acabar ambas actuaciones antes del mes de julio, ya que la subvención de la Diputación se cumple ese mes.