Si no pasa nada, el pequeño Osman será ilicitano de adopción antes de lo esperado, posiblemente en cuestión de días. Acompañado de su familia, el niño afgano de siete años, que padece parálisis cerebral y que ha emocionado a la sociedad española e ilicitana -sobre todo después de dar a conocer su historia como refugiado por parte de, entre otros, dos voluntarios de Elche y Bomberos en Acción- podría llegar a la ciudad de las palmeras la próxima semana o la siguiente a más tardar, según estimó ayer el alcalde, Carlos González, a raíz de los continuos contactos que se están manteniendo con la Administración autonómica.

«Esperamos que venga a Elche una vez haya pasado los controles médicos, reciba el alta y todo esté bien», manifestaba la primera autoridad local, quien subraya también que se están estudiando varias opciones de vivienda para el niño, el cual residirá, si no hay ningún imprevisto, en Elche, junto a su padre Ata, su madre Palwasha y sus dos hermanos, Yamil y Monir.

«Prisa no hay ninguna»

«Prisa no hay ninguna. Una vez pase la revisión y se tenga la seguridad de que todo está bien, el escenario que se contempla es que la familia acuda a Elche», reiteraba por su parte el director general de Cooperación y Solidaridad, Federico Buyolo, el cual precisaba que habrá una coordinación entre la Generalitat y el Ayuntamiento, además de que las ONG implicadas seguirán haciendo un trabajo de acompañamiento, traducción, ayuda psicosocial y de integración en apoyo de toda la familia.

En este sentido, el primer edil ilicitano apuntaba que el lugar de residencia de la familia de Osman en Elche deberá ser «el adecuado para la integración y normalización de la familia».

De hecho, además de las posibles opciones de vivienda, hay que comenzar a pensar, entre otras muchas cuestiones, en la escolarización de Osman y de sus hermanos, los cuales llevan algo menos de 48 horas en España, después de que la familia abandonara Afganistán, pasara por Turquía, recalara en el campo de refugiados de Idomeni (Grecia) y que ahora, tras volar desde Atenas, se encuentre por fin en el hospital de La Fe, en Valencia, donde las emociones no han parado de aflorar en estas últimas horas.

Osman sufre una pequeña anemia, pero se encuentra «estable y tranquilo», según indicaba ayer la pediatra responsable de la Unidad de Atención del Niño Internacional de La Fe, la doctora Gemma Ochando, en una rueda de prensa en Valencia con la asistencia de un padre con los sentimientos a flor de piel y enormemente agradecido.

El progenitor relató que fue precisamente Osman la razón por la que decidieron huir de la guerra de Kandahar (Afganistán) y que en el campo de refugiados de Idomeni, donde pasaron más de dos meses, los médicos españoles se interesaron por ellos.

Alternativa: Londres

Por ello, explicó que ahora su familia tiene dudas de si seguir su viaje hasta Londres, donde tienen un familiar, como era su idea inicial, o establecerse en España por esta atención «increíble».

Asimismo, a la madre de Osman, de 26 años, y a sus dos hermanos de 8 y 9 años, también se les iba a practicar una revisión médica y las pruebas diagnósticas que necesiten antes de volver al Centro de Atención al Refugiado (CAR) de Mislata (Valencia), donde pasarán estos primeros días para recibir atención psicosocial.

Solo 11 kilos de peso

La analítica general ha revelado que el pequeño de 7 años pesa sólo 11 kilos, y tiene una pequeña anemia consecuencia también del proceso crónico que sufre, según explicó la doctora Ochando.

El menor pasará estos días por los especialistas pediátricos de nutrición, pediatría, genética, rehabilitación y traumatología para poder determinar las lesiones residuales a su patología de base, según informa Europa Press.

Las evaluaciones, tanto a Osman como a sus hermanos, no son sólo físicas, sino que también se les practicará una evaluación psicológica y emocional. Los médicos confían en poder darlo de alta en unos días para que se reúna con su familia en el Centro de Mislata.

El padre de Osman contó ayer su huida a pie de Kandahar, con algunos tramos en coche, «siempre con Osman en brazos», hasta Turquía, para pasar a Grecia en barco. Sin embargo, tuvieron un naufragio y pasaron tres horas nadando hasta que los rescataron. Pensaron que habían perdido a Osman porque lo habían llevado directamente a un hospital por la cantidad de agua que tragó. De ahí, consiguieron llegar al campamento donde la vida del pequeño «comenzó» con las atenciones de los médicos españoles, que le visitaban dos veces al día.

El padre se encuentra «muy agradecido» a todos los españoles por «la forma perfecta» con la que les han tratado y, visiblemente emocionado y, con una mano en el corazón, señaló que «nunca» llegará a «compensar» todo lo que han hecho por su familia. «Diga lo que diga es poco», apuntaba Ata Mohammad Ahmad, al tiempo que señalaba que trabajará de lo que sea. En Afganistán era tapicero de interiores de coche.

Europa como futuro

Por su parte, el presidente de Bomberos en Acción, Joaquín José Ruiz, también presente, relataba que el traslado de Osman «tenía que ser lo antes posible» porque temían por su vida. «Osman tiene la particularidad de sufrir parálisis cerebral, pero hay muchos Osman en Idomeni que tienen que venir a Europa para tener un futuro», recalcó Ruiz.

Por su parte, la consellera de Sanidad, Carmen Montón, indicó que este caso es «un buen ejemplo de colaboración entre Administraciones».

Asimismo, el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, indicaba ayer en Alicante que es un asunto «complejo» en el que el Ministerio tuvo que resolver problemas procedimentales «no menores», puesto que solo el padre del niño tenía pasaporte afgano, lo que ha obligado a emitir salvoconductos, según informa Efe.

Dos días después de que la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, reiterara el ofrecimiento de acoger 1.400 refugiados, el ministro comentó que el procedimiento aprobado en Dublín «no funciona a la velocidad que se quiere» porque la acogida depende de que se active el procedimiento de la forma prevista en el país de llegada.

«No se trata de decir que se quiere acoger refugiados, sino de poder acoger refugiados de acuerdo con el procedimiento establecido. Yo entiendo los buenos deseos de Oltra, que comparte cualquier persona decente, pero no se trata de declaraciones, sino de trabajar por resolver el asunto», señaló el titular de Exteriores.

Mientras los médicos estimen conveniente que siga siendo tratado en La Fe, la familia de Osman vivirá en el CAR de Mislata. Y también, mientras tanto, Elche se prepara para organizar todo lo necesario de cara a su posible llegada en breve plazo.