Según exponía ayer en su conferencia Millán I. Berzosa, muchos tinerfeños, tras el terremoto que padecieron hace un par de semanas, en vez de resguardarse bajo la mesa, lo primero que hicieron fue meterse en Google a rastrear información sobre el movimiento sísmico. Los datos así lo demuestran y a la vez reflejan cómo el poderoso buscador se ha convertido, casi sin darnos cuenta, en otros ojos con los que ver el mundo que nos rodea.

Su anécdota del terremoto, ¿es reveladora o preocupante?

Me la planteaba el otro día. Personalmente, me resulta llamativo, pero a la vez tiene bastante sentido con la importancia que están cogiendo los buscadores, especialmente Google. Ahora todo el mundo está en redes pero hay que saber disfrutar también del momento. Estar en el aquí y en el ahora, y no mirando el móvil. Y si hay un terremoto, lo primero que debes hacer es ponerte a salvo.

Esta obsesión podría trasladarse a las redacciones, con herramientas como Google Analytics que miden el número de lectores en tiempo real.

Es algo que debemos repensar muy bien. Hay redacciones que utilizan las métricas para incentivar a sus redactores pero, sobre todo, hay que centrarse en crear buen contenido y, si luego resulta que acompañan las estadísticas, fenomenal. El criterio editorial debe primar sobre los clicks. Este tipo de recursos nos ayudan a comprobar ciertas cosas, como por ejemplo si lo que creemos que es atractivo realmente lo es. Pero eso no puede ser lo que decida.

Actualmente, está trabajando con redacciones y les enseña a utilizar herramientas de Google. ¿Qué se está encontrando?

Pues a gente con muchas ganas de aprender. El problema es que hay buenas ideas, pero el día a día se come el tiempo para aplicarlas.

El cierre de Google News en España debió de ser un buen golpe para su proyecto.

Es algo anterior a mi incorporación, pero es obvio que hay muchas cosas que los profesionales de comunicación se pierden sin Google News. También demuestra que, en algunos casos, por un lado va España y por otro Occidente.

En su ponencia le he visto algo receloso con Facebook.

Google News redirige a los contenidos a cada medio mientras que Facebook, con Instant Articles, vuelca todo en su página. En cierto sentido, esto genera una «Facebook dependencia» a los medios. Nosotros facilitamos herramientas para elaborar la información y Facebook la absorbe. Podríamos decir que, de alguna manera, Facebook quiere ser Internet.

Google no deja de ofrecer cursos, incluso gratuitos, para que la gente sepa utilizar sus recursos. Los más mal pensados podrían decir que también busca crear «Google dependencia». En estas jornadas se ha escuchado la frase: «El que controle el canal, controlará la industria». ¿Qué opina?

A ver, Google es una empresa privada y no una ONG. Que aspire a que la gente utilice sus productos no me parece mal. Sus aplicaciones, además, no son excluyentes de otras redes o soportes. Que plantee un proyecto como Google News Lab lo veo inteligente, teniendo en cuenta la relación tirante que ha vivido con ciertos medios. A Google le interesa que los periodistas desarrollen buenos contenidos, como un vídeo de 360 grados, porque después retroalimenta sus páginas como Youtube. Los contenidos, en definitiva, son su masa crítica, su riqueza.

Usted impulsa un ciclo sobre «youtubers». ¿Qué puesto ocupan en el presente de Internet?

Creo que hay de todo, pero tenemos que dejar de pensar que son simplemente «frikis» que hacen vídeos desde su casa. Por ejemplo, en ese ciclo, hablamos de «booktubers», que recomiendan libros y consiguen que los jóvenes lean, lo cual es maravilloso. A veces tienen un enganche tan sorprendente que nos choca tanto que tendemos a criticarles. Ya les gustaría a muchas agencias gozar de ese grado de conexión con la gente. Creo que, actualmente, son como los nuevos Rolling Stones de Internet.

Como ya ha ocurrido con otros fenómenos del 2.0, ¿cree que algún día seremos testigos del fin de Google?

No lo sé, pero espero que no.