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Un itinerario singular

El Palmeral se acicala para el verano

La temporada alta de turistas se acerca y los trabajos en los huertos aumentan

El tren turístico recorre parte del itinerario por el exterior de los huertos. antonio amorós

Cualquier día es perfecto para un recorrido por el Palmeral ilicitano. Calzado cómodo, protección solar, agua y ganas de descubrir los secretos que esconde la naturaleza. Estos son solo algunos de los principales elementos que se necesitan para recorrer el denominado sendero PR- CV 439, la primera ruta que recorre este Patrimonio de la Humanidad de Elche. Y es que ahora, y con motivo de la proximidad de la temporada alta, se han intensificado los trabajos para mejorar el Palmeral ilicitano.

Este recorrido, del que nos avisan líneas amarillas y blancas, presenta una trayectoria circular. Se recomienda empezar y acabar por el acceso del Centro de Congresos. De esta forma, se puede iniciar un itinerario de 10,1 kilómetros por lugares más emblemáticos de la ciudad, así como los diferentes huertos de palmeras: la Torre Vaíllo o de Ressemblanc, la Acequia Mayor, el Molí Real, el Palacio de Altamira o la basílica de Santa María. Además, también se pueden descubrir diferentes parajes de fauna y flora como pequeños lagos o fuentes. Eso sí, para realizar el recorrido completo a pie se necesitará tener disponibles al menos 2 horas y 35 minutos. Este tiempo podría variar en función de si se realiza en bicicleta, donde hay que tener en cuenta los 51 metros de desnivel, que son dos tramos con escaleras, o si se recorre con mascotas. Sin embargo, si no se dispone del tiempo necesario para recorrerlo, el tren turístico también realiza un recorrido corto por las inmediaciones del sendero.

Esta ruta, que fue inaugurada el año pasado, ha perfeccionado sus deficiencias. Sobre todo hay intención de sanear los huertos de palmeras. Y es que, como explica Antonio García, edil de Medio Ambiente, «algunos huertos llevaban sin podar siete años, lo que provocaba una enorme sensación de abandono». En este sentido, el concejal señala que antes solo se podaba la parte que se veía desde fuera, dejando dentro ejemplares en mal estado, donde el picudo se hacía más fuerte.

Los huertos de palmeras componen una de las partes más importantes y significativas de la ciudad. Y es que tan solo el casco urbano se concentran un total de 97 huertos, contando los de titularidad municipal, privada o conveniada. El sendero realiza el recorrido a través de 54 de ellos, algunos tan conocidos como el de San Plácido, el del Xocolater, el de Baix o el de Porta de la Morera, entre otros.

Los trabajos de saneamiento comenzaron hace dos meses, donde se han tratado tanto los ejemplares de palmeras que componen la ruta, como los que no la atraviesan. El fin es que en un plazo de dos años se haya podido podar y sanear todo el Palmeral ilicitano, para lo que se está elaborando un plan de uso y gestión del mismo, donde se estudia la utilidad que se le podría proporcionar a los huertos.

En cuanto a los restos de palma recogidos de las podas, se utilizarán de forma sostenible, triturándola para usarla con otros fines o para fabricar barredoras.

Los ejemplares que se han tratado primero son los del Hort de Pontos y el de Clero, mientras que la próxima actuación prevista se realizará en los árboles que se encuentran cerca de la ladera del río Vinalopó.

Sin embargo, los palmereros serán los que decidan si comenzar esta poda ahora o dejarla para la próxima temporada. Esta cuestión depende de la climatología, ya que cuando hace calor no se puede podar, porque se atraería más al picudo. Precisamente, el rastro de este insecto puede intuirse en algunas zonas del sendero del Palmeral, ya que los ejemplares que han sido atacados y se encuentran en vigilancia están señalizados por una banda roja y blanca.

A lo largo del sendero se encuentran más de 65 puntos de indicaciones, donde se proporciona principalmente información de los monumentos históricos y de los ejemplares de palmeras más singulares.

Así se conocen los diferentes tipos de «pipas» (palmeras) como la «pipa real», que es el ejemplar más tumbado y mide cerca de 9 metros; o los conjuntos de estas palmeras más singulares, como el «tridente», que recibe este nombre por sus tres brazos.

No obstante, la cartelería y señalización del sendero,se ha visto afectada en multitud de ocasiones por el vandalismo. Y es que, la ruta que originariamente integraba balizas y carteles de madera, ha tenido que cambiar la señalización por una más resistente e inamovible. Ahora se están instalando piedras talladas, de más de 50 kilos, con la información plasmada en un azulejo, para evitar su ruptura o robo. Hasta el momento se han tenido que sustituir 29 balizas para incorporar estos nuevos elementos. Así, si la señalización sufre algún acto vandálico más, se seguirá el mismo proceso y se instalarán estas piedras.

En cuanto a la nueva señalización, recientemente se ha agregado una indicación en la ladera donde aborda la relevancia del río Vinalopó.

La ruta del Palmeral está llena de estampas únicas que bien merecen, al menos, un recorrido al año.

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