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Piden que los puentes de Canalejas, la Virgen y Riegos de Levante sean BIC

El IECBV solicita oficialmente más protección para estas infraestructuras

Piden que los puentes de Canalejas, la Virgen y Riegos de Levante sean BIC

Dice el refranero popular que a la tercera va a la vencida, y l'Institut d'Estudis Comarcals del Baix Vinalopó (IECBV) confía en que ahora también se cumpla el dicho. Por ello, por tercera vez en ocho años, el colectivo ha vuelto a mover ficha con un objetivo muy claro: tratar de lograr que, esta vez sí, los puentes de la Virgen y de Canalejas y el acueducto de Riegos de Levante -situado junto al puente de la Generalitat- sean declarados Bien de Interés Cultural. Lo que buscan, avalados por un informe del arquitecto técnico e investigador José Francisco Cámara, también socio del IECBV, es lograr ese plus de protección para estas tres infraestructuras que, más allá del uso social que tienen -que también- forman parte de la memoria colectiva de Elche y de los ilicitanos.

Ya lo intentaron en 2008, con el PSOE y el Compromís de Alejandro Soler y Àngels Candela en el Gobierno municipal. Nada. Volvieron a probar suerte en 2013, con el PP de Mercedes Alonso, coincidiendo, además, con el centenario del Pont Nou. Ni por esas. Sin embargo, el colectivo no se da por vencido y, por eso, acaba de registrar un escrito en el Ayuntamiento en el que piden al alcalde, Carlos González, como presidente de la Corporación, que active los trámites administrativos necesarios para elevar ante la Conselleria de Cultura la petición de que sean declarados BIC los tres puentes. No es el único paso. Para el sábado, además, se ha programado una visita guiada por los puentes.

«Reclamamos elevar el grado de protección de estos elementos arquitectónicos para que estas construcciones relacionadas históricamente con el agua y el desarrollo de Elche sean mejor conocidas por los ilicitanos y sean reconocidas por el resto de habitantes del País Valencià», sentencia, en este sentido, el propio José Francisco Cámara. «Tenemos que conseguir que los ciudadanos, que los han utilizado a veces sin prestarles demasiado interés, consideren los tres dentro de una trama urbana y no un simple enlace entre barrios», añade.

El investigador ilicitano, no en vano, cita las tres infraestructuras como ejemplo de la denominada «arquitectura heroica», por lo que supusieron de conquista sobre el río Vinalopó, para salvar la rambla, y por la importancia que tuvieron, en particular el Pont Vell y el Pont Nou, en el diseño de la ciudad que se ha mantenido hasta nuestros días.

De entrada, el Pont Vell, o puente de Santa Teresa o de la Virgen, como también se le conoce, es de 1756, y, como subraya Cámara, fue una de las primeras obras de fábrica que se construyeron para salvar la rambla y, para más inri, es uno de los más antiguos de toda la provincia, aunque su tipología todavía lo sitúa más cerca de los puentes góticos que de sus contemporáneos. Levantado sobre otro del siglo XVII que se acabaría llevando una riada en 1751, tiene dos ojos, pero intentando conservar el espíritu del que le precedió, de uno solo. Es más, a los pies de los dos patrones hay dos lápidas que conmemoran las inundaciones de 1751 y la reparación e inauguración de la nueva construcción. Luego vendría alguna que otra riada más y el terremoto de 1829, que traerían de la mano las consiguientes reparaciones. Incluso a principios del XX y, concretamente, en 1905, empezó a pasar el tren Xixarra, que unía Alicante y Crevillent.

No menos significativo es el historial del Pont Nou o puente de Canalejas, denominado así porque unos meses antes de su inauguración, celebrada en 1913, moría asesinado en un atentado el presidente del Consejo de Ministros de entonces, José Canalejas. Nacido en 1913 y obra de Mariano Luiña, como destaca José Francisco Cámara, fue el primer puente de hormigón armado y el que durante más de 15 años fue considerado el puente más largo ejecutado con este material. «Fue la construcción que llevó a Elche del siglo XIX a la ciudad del siglo XX», apostilla.

Finalmente, el acueducto de Riegos de Levante, situado junto al puente de la Generalitat, es de 1923 y fue inaugurado por Alfonso XIII, aunque, hoy por hoy probablemente sea uno de los grandes desconocidos del patrimonio ilicitano. Integrado por once arcos, sobre esta infraestructura pasa la canalización de la comunidad de regantes, y tiene el escudo de Elche, aunque deteriorado. «Rodeado de antiguos huertos de palmeras, creó una imagen paisajística de gran belleza, imagen primitiva rota definitivamente por el puente de la Generalitat«, lamenta José Francisco Cámara. Como recuerda en su estudio, la existencia de numerosas chabolas décadas atrás, con asentamientos de gitanos, hizo que se le acabara denominando coloquialmente el Pont dels Gitanos.

«Muchas veces no somos conscientes del valor de las cosas que tenemos. Los puentes se han salvado porque han tenido una utilidad, pero también tienen un valor, y eso es lo que hay que proteger», sentencia Cámara. Precisamente por ese valor que tienen, más allá de la utilidad de los puentes y del ejemplo que representan de esa «arquitectura heroica», desde el Institut d'Estudis Comarcals reivindican una vez más su protección como BIC. Por ahora, han vuelto a dar el paso, y van tres veces. Habrá que ver si por fin tienen respuesta, y, además, es positiva.

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