Se ha hablado, y mucho, en los últimos años, de la necesidad de revisar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Elche, e intentos, aunque todos se hayan acabado frustrando de un modo o de otro, no han faltado. Ahora el Ayuntamiento ha movido ficha en este sentido para impulsar un foro liderado por los colegios de arquitectos y de aparejadores para empezar a sentar las bases del futuro planeamiento con medidas concretas que deben estar de cara a final de año, para poder empezar a trabajar así en el documento. Documento éste que, según dejaron claro ayer en la Casa Consistorial, quieren que esté abierto a todos los ilicitanos, hasta el punto de que el alcalde, Carlos González, hizo un llamamiento a la ciudadanía y le instó a que tome parte y haga propuestas.
Para ello, el Ayuntamiento ha firmado un convenio con el Colegio de Arquitectos de Alicante, representado por su presidente, Antonio Maciá; y con el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Alicante, con su responsable, Gregorio Alemany, a la cabeza. Bajo el paraguas de un programa que han dado en llamar «Elche ciudad modelo», los profesionales de uno y otro colectivo serán los encargados de empezar a sentar los cimientos de lo que se quiere que sea el Plan General, con un proyecto que incluye un debate mensual, hasta llegar a nueve de aquí a fin de año, con el fin de abordar distintos aspectos, todos los relacionados con la vertiente urbanística de la ciudad. La primera de las sesiones, de hecho, se celebra mañana, a partir de las 19 horas, en el Centro de Congresos, bajo el título «Elche desde su historia», con el arquitecto Antonio Serrano Bru y el escritor Vicente Verdú como ponentes, para, concluidas sus intervenciones, poder abrir el debate entre los asistentes y recoger las primeras propuestas.
Paralelamente, se quieren promover charlas por los centros de Secundaria, impartir talleres entre los niños para que ellos también puedan dar ideas de cuál es la imagen que tienen de la ciudad, y organizar una gran exposición con las grandes actuaciones urbanísticas que han marcado el desarrollo de Elche hasta nuestros días.
«Queremos favorecer una reflexión colectiva sobre el modelo de ciudad que queremos, para que sea el soporte de la revisión del Plan General de 1998», subrayó el alcalde. Ahora bien, Maciá incidió en que, de ninguna de las maneras, quieren que esto se acabe convirtiendo en un canto de sirena sin más. «La idea es tener conclusiones claras y propuestas concretas», puntualizó.
Otra cosa son los plazos que se manejan. La idea es que, de aquí a finales de año, una vez cerradas las actividades, ya haya una batería de planteamientos con cuerpo que sirvan de base para iniciar la revisión. En cualquier caso, el alcalde abogó por un proceso «sereno». «El Plan General puede dar respuesta a las necesidades de suelo de los próximos tres, cuatro o cinco años, y, por eso, debe reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrenta con serenidad», defendió. «Nos gustaría finalizar a lo largo del presente mandato, pero siendo conscientes de que el proceso es competencia de dos administraciones en la aprobación, y de que ni nosotros ni la ciudad tienen prisa», apostilló.
Sea como sea, la intención de un equipo de gobierno de revisar el PGOU de 1998 no es nueva. Ya en el mandato de Alejandro Soler, allá por 2009, se constituyó una comisión de estudio integrada por los tres grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, aunque todo acabó quedando en nada, por la oposición del PP a que los informes previos estuvieran en manos del urbanista Alfonso Vegara y por el coste del estudio de la Fundación Metrópoli.
Posteriormente, con el equipo de Mercedes Alonso, se volvió a vender a necesidad de renovar el planeamiento. Todo quedó en poco menos que un anuncio. Los populares se justificaron diciendo que la nueva legislación urbanística no se aprobó hasta agosto de 2014, lo que acabó bloqueando el proceso. A partir de ahí, y, de cara al 24-M, no hubo partido en Elche que no incluyera en su programa electoral como propuesta estrella la revisión del PGOU, que ya tiene 18 años. Los más alegaban que no se puede seguir gobernando en materia urbanística a golpe de modificaciones puntuales del Plan General, porque, al final, se deja de lado el proyecto de ciudad -sea cuál sea este proyecto- para acabar haciendo parches. Ahora habrá que ver en qué queda este nuevo intento.
