Un «chute» de arena excepcional para la playa de Arenales del Sol. La pedanía está siendo testigo estos días de la progresión de una de las obras más importantes de los últimos años, tanto para la propia partida rural, como para la ciudad. Y, precisamente, los avances en la reconstrucción del hotel han permitido sacar a la luz varias toneladas de albero enterrado bajo los cimientos del inmueble hotelero, que tendrán un fin muy provechoso para el litoral.
Y es que, la Dirección General de Costas ha autorizado al Ayuntamiento a reutilizar la gran cantidad de arena escondida durante décadas en el sótano del inmueble hotelero.
De hecho, el Consistorio pidió a la institución pública la posibilidad de aprovechar el material retirado de las dependencias subterráneas del hotel, por lo que la decisión, según el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, ha sido de mutuo acuerdo.
Así, las máquinas han tomado, estos días, ante la sorpresa de muchos vecinos, la orilla del mar para depositar la arena en una gran montaña, procedente de los 1.500 metros cuadrados que ocupa el aparcamiento subterráneo. En principio, todo el albero que extraigan los operarios del hotel será destinado a regenerar Arenales, al ser de similares características a la que actualmente hay en este punto de la costa ilicitana. Sin embargo, tanto el Ayuntamiento como la propia empresa encargada de la reconstrucción del inmueble, todavía desconocen la cantidad exacta que podrá excavarse del sótano del hotel, por lo que si fuera demasiada, cabría la posibilidad de llevarla a otras playas cercanas de arena dorada. De esta forma, este aporte extra servirá para mejorar la calidad del litoral, que ha sufrido pérdidas de arenal en los temporales de los últimos años.
Pero no sólo es arenas lo que sale de las profundidades del edificio, sino también agua marina y de algún acuífero subterráneo, según señalaron operarios de la constructora. Por ello, la empresa Princesol ha sido autorizada para realizar drenajes al mar, a través de una tubería que parte, bajo tierra, desde el edificio y llega hasta la playa.
En el transcurso de la rehabilitación del complejo, la constructora ha decidido cubrir con grandes lonas la fachada del inmueble, con el objetivo de evitar que el polvo que genera la obra perjudique a la población. Con este ritmo incesante, está previsto que los trabajos continúen toda la Semana Santa y que tampoco se interrumpan en verano, ya que la empresa ya ha realizado los movimientos de tierra. Toda una carrera para acabar la obra en el plazo de 18 meses y lograr que su apertura sea una realidad en 2017.
