La Policía Nacional investiga el incendio con un menor herido grave ayer en un taller de calzado oculto entre un callejón del barrio del Cementerio Viejo. Los agentes, además, también están tratando de averiguar si el local cumplía las normas. El joven, de 17 años de edad, permanece ingresado con pronóstico reservado en el Hospital de La Fe, tras ser trasladado de urgencia en helicóptero. En un primer término, una unidad del Samu remitió al joven a la Unidad de Quemados de Alicante, pero, ante la gravedad de las heridas y al sufrir quemaduras en el 70% de su cuerpo, tuvo que ser desplazado a Valencia .

Al parecer, la víctima se encontraba en el interior de un pequeño habitáculo de obra manipulando colas y disolventes, que provocaron una deflagración y la rápida expansión de las llamas. De hecho, los vecinos de las casas contiguas al taller dedicado a la fabricación componentes de calzado presenciaron cómo el joven salió disparado del inmueble, hacia la calle, convertido en una bola de fuego. De esta manera, residentes del barrio socorrieron en un primer momento al menor para tratar de apagar las llamas, de cuello hacia abajo, con una sudadera y le ayudaron a quitarse la ropa prendida de fuego.

El suceso se originó pasadas las 11.30 horas, en el número 12 de la calle Benitatxell, cerca del centro comercial l'Aljub y desplegó a ocho efectivos de bomberos, varias patrullas de la Policía Local, más de una decena de agentes de la Policía Nacional y una dotación de la Policía Autonómica.

Los bomberos se emplearon durante algo más de una hora en sofocar las llamas que afectaron a todo el local, de apenas unos 20 metros cuadrados, y a un pequeño cobertizo, situado en la planta superior. Las dos construcciones quedaron completamente calcinadas. Asimismo, los efectivos tuvieron que controlar que el fuego no afectara a las viviendas contiguas, ante la rápida propagación de las llamas, como consecuencia de la combustión. Según el Parque Comarcal de Bomberos del Baix Vinalopó, en el interior del local hallaron una gran cantidad de suelas de zapatos, latas de cola y cerca de una decena de bombonas de butano.

El incendio también afectó a parte del tendido eléctrico del barrio, por lo que operativos de Iberdrola acudieron al lugar de los hechos para cortar la luz y evitar riesgos. Así, pasadas las 13 horas, el fuego se daba por extinguido y los bomberos terminaron de ventilar el local, que finalmente fue precintado por la Policía Nacional.

Según algunos testigos, durante el siniestro, eran tres las personas que se encontraban en el taller, aparentemente todos jóvenes. Dos de ellos salieron del inmueble, junto a la víctima y después huyeron de la zona. De hecho, las mismas fuentes señalaron que momentos antes de que se produjera el incendio oyeron gritos, por lo que pensaron que podría tratarse inicialmente de una pelea. De hecho, la Policía Nacional investiga si fue un accidente o una negligencia lo que originó el siniestro.

Al parecer, según los vecinos, de los tres jóvenes que se encontraban en local, sólo uno residía en el barrio. Asimismo, residentes de las viviendas próximas aseguraron que, aunque el taller siempre permanecía con las puertas cerradas, eran conscientes de que dentro había actividad de manera asidua. Tras la extinción del fuego, varias patrullas de la Policía Nacional permanecieron en el barrio, hasta la llegada de la Policía Científica.

Asimismo, los agentes pidieron la documentación a varios vecinos e inspeccionaron el interior de una furgoneta, que contenía material y componentes para el calzado.