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Los altos costes de producción y la sequía lastran las ganancias de los agricultores

El descenso de las plantaciones o la bajada de los precios de venta afecta directamente al último eslabón de la cadena agraria

Los altos costes de producción y la sequía lastran las ganancias de los agricultores

La sequía y la falta de agua de riego ha condenado la producción de todos los cultivos de la provincia, y en consecuencia, las ganancias de los más de 40.000 agricultores que trabajan en la zona, el último eslabón de la cadena de la agricultura. Las hortalizas, el níspero, la uva y las cerezas son algunos de los productos del campo alicantino que más acumulan una caída de precios de venta, pese a que los costes de producción se incrementan año tras año, en torno a un 5%.

Pese al repunte en la plantación de hortalizas, que tiene un elevado peso agrario en el Camp d'Elx, donde la producción ronda los 23 millones de kilos, el cálido invierno ha propiciado muy poco rendimiento en el precio, según el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Eladio Aniorte. Ahora mismo, la alcachofa se encuentra en máximo auge de exportación y consumo, sin embargo, dentro de un mes, las ventas se centrarán en las industrias para la elaboración de producto de conserva, por lo que las ganancias pasarán de 0,50 euros el kilo a ser mínimas. Mientras, que otras hortalizas, como el brócoli, están teniendo ganancias nulas para los agricultores por sus altos costes de recolección, por lo que la tendencia es el progresivo abandono de este producto en la provincia, según revela un informe de la Asociación de Jóvenes Agricultores, sobre los cultivos más importante de Alicante y su rentabilidad.

Paralelamente, la coliflor tiene una rentabilidad mínima para el sector. En el caso del tomate, los beneficios económicos son también bajos, ya que antes de que la planta dé resultados, pasan entre tres y cuatro meses en los que los beneficios para el agricultor son inexistentes y los gastos de producción son altos.

En el caso de la uva, el informe de ASAJA apunta que el balance de la producción de 2015 también dejó resultados negativos y, además, los agricultores se enfrentaron a una mala campaña en los mercados, al detectar que una venta de esta fruta por debajo de los costes de producción en supermercados. No obstante, los elevados costes de producción, que en algunas zonas ha subido un 70%, junto al precio final de venta, contribuyen a que las ganancias sean también mínimas para los agricultores, al obtener tan sólo un beneficio de entre 0,05 y 0,10 euros el kilo. Ante ello, los trabajadores del sector, que señalan que las uvas en el campo tienen el mismo precio hoy que hace 25 años, se sienten ahogados.

La campaña de cerezas se ha visto golpeada por la dura sequía y, en 2015 la cosecha fue devastadora, ya que algunos agricultores obtuvieron un 50% menos de producción y finalmente obtuvieron una ganancia bruta de 0,40 euros el kilo. En total, en 2015, se recolectaron 1,4 millones de kilos. Para este año, los trabajadores del sector también se encuentran a la expectativa ante el cálido invierno.

En la misma línea, la sequía que azota la provincia en los últimos años ha mermado también la producción del níspero, que dejó 16.800 toneladas el pasado año. Asimismo, según ASAJA, este cultivo de Callosa d'En Sarrià pasa por malos momentos, ya que a las inclemencias meteorológicas, hay que añadir que el agricultor acumula pérdidas año, tras año, y necesita una reducción del índice de rendimiento neto de este cultivo, que disminuya la presión fiscal al mínimo. En 2015, el margen medio para el agricultor, en cantidades brutas, fue de 0,50 euros el kilo.

En mejor posición

La granada ha visto caer su valor en el mercado desde hace tres años, hasta venderse actualmente, entre 0,42-0,45 euros el kilo, según el informe de ASAJA. En esta línea, según la agrupación, pese a la bajada de precios, el cultivo de la granada, en pleno auge en la provincia, está siendo rentable para los agricultores, que obtienen una ganancia bruta de estre 0,8-0,10 euros el kilo. La producción de este fruto alcanza las 42.000 toneladas en la provincia.

El cultivo de cítricos tiene una mejor lectura para los agricultores, en cuanto a la rentabilidad. No obstante, desde la Asociación de Jóvenes Agricultores, estiman que durante esta campaña habrá una reducción superior al 22% en la producción, al calcular que se llegarán a los tres millones de toneladas. En el caso del limón Fino, los trabajadores del sector obtienen unas ganancias de 0,75-0,90 euros el kilo.

Por otra parte, las almendras rondan una producción de las 17.000 toneladas, lo que supone un incremento respecto a años anteriores, que también se ha trasladado al precio final de venta. El agricultor obtiene, hoy por hoy, unas ganancias brutas de entre 0,70-0,75 euros el kilo.

Incertidumbre

La sequía, la falta de agua y el incremento continuo de los costes de producción ha sumido al sector en un ambiente de incertidumbre. «Si no se reactiva el trasvase del Tajo-Segura va a ser la muerte para el campo cuando llegue el verano», apuntó el presidente de ASAJA. El representante de la Asociación de Jóvenes Agricultores augura un retroceso en la plantación de cultivos y en una paralización de la actividad ante la falta de recursos hídricos.

«No sabemos lo que va a pasar, lo único positivo es que el precio del gasoil se ha mantenido, pero los costes de producción aumentan a diario, la mano de obra también está estabilizada y estamos ante un Gobierno inactivo», señaló Eladio Aniorte.

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