Una semana después de la ruptura de pacto de gobierno de PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche, por la salida del tripartito de este último, el Ayuntamiento de Elche parecía ayer un remanso de paz, donde, aparentemente, sólo fluían buenas intenciones.

El alcalde socialista, Carlos González, se sentó con los grupos de Ciudadanos y Partido de Elche, para ofrecerles, formalmente, pasar a formar parte del Gobierno local, y, así, descartar el fantasma de la moción de censura al haber perdido la mayoría, al contar sólo con la compañía de Compromís.

Un guante que, por el momento, sólo recogió el edil del Partido de Elche, Jesús Pareja, mientras que los concejales de Ciudadanos, David Caballero, Juan Antonio Sempere y Eva María Crisol, insistieron, por el momento, en su intención de permanecer en la bancada de la oposición, por su negativa a compartir la gestión municipal con independentistas, en referencia a la coalición de Compromís.

El concejal de Ciudadanos, David Caballero, aseguró que «Ciudadanos no va a formar parte del equipo de gobierno. Nosotros no podemos entrar en un equipo, en el que uno de sus miembros no quiere cumplir la Constitución, como es la coalición Compromís». No obstante, Caballero dijo que «pensamos que no es el momento de plantear una moción de censura. No hay una causa justificada».

Y es que desde la formación naranja consideraron abiertamente que el Ayuntamiento de Elche ya ha estado suficientemente paralizado, durante los primeros ocho meses del mandato, como consecuencia de las formas de Ilicitanos por Elche, y aseguraron que plantear una moción de censura implicaría paralizar «más la ciudad».

De esta forma, Ciudadanos aspira a convertirse, si sus ediles no cambian de opinión, en el aliado del Gobierno, desde las filas de la oposición. Un grupo con el que se tendrá que contar para sacar adelante los proyectos más importantes, si no se quiere negociar con el PP de Mercedes Alonso, como todo parece indicar.

Por su parte, el alcalde de Elche, Carlos González, admitió que el rechazo de Ciudadanos no le ha pillado por sorpresa, pero valoró positivamente la voluntad del grupo de favorecer la estabilidad municipal y contribuir a crear una dinámica de tranquilidad. A González no le sobraron halagos hacia la formación naranja, y dijo que «es un grupo sensato, que hace propuestas razonables», y celebró que le hicieran saber que, a día de hoy, no se dan las condiciones para presentar la tan temida moción de censura.

Tras recibir un no, a medias, de Ciudadanos, el equipo socialista prosiguió ayer por la mañana su ronda de contactos con el Partido de Elche, el segundo de los partidos que el gobierno municipal desea incorporar.

Este encuentro resultó más satisfactorio para González, pues el edil del Partido de Elche, Jesús Pareja, expresó su voluntad de aceptar el ofrecimiento, aunque la decisión final la va a dejar en manos de la ejecutiva de su partido, que se reúne esta tarde para tratar este asunto.

Jesús Pareja aseguró que «compartimos la decisión del cese de Cristina Martínez, por el bloqueo que suponía para la gestión municipal, y nos parece muy acertado el ofrecimiento tanto a Ciudadanos, como a nosotros, para formar parte del equipo de Gobierno, retomándonos a la idea de mayo de 2015, de conformar un gobierno plural, que impidió la propia Cristina Martínez».

No obstante, Pareja insistió en reunirse con la ejecutiva de su partido, y someter a debate la posibilidad real de integrarse al Gobierno, así como las condiciones mínimas que se deberían dar para ello. Si la reunión prevista para hoy avanza en positivo, tratarán de fijar una próxima reunión de negociación con el PSOE y Compromís la próxima semana.

Desde el PSOE valoraron positivamente la postura que defendió el Partido de Elche y esperarán a tener una respuesta definitiva para, junto a Compromís, empezar a trabajar en el reparto de competencias.

Finalmente, la portavoz de Compromís, Mireia Mollà, valoró que las rondas de contacto de ayer fueron bilaterales, en las que no estuvieron presentes, aunque se mostró optimista en el sentido de que «siempre hemos entendido que podía haber un pacto de gobierno más amplio, ya que, a nosotros, la pluralidad no nos da miedo».

Mireia Mollà aseguró que, pese a lo sucedido, y al deterioro de su confianza con el PSOE, «no hemos perdido lo fundamental, que es un gobierno que lleve a cabo políticas del cambio».

Así las cosas, el gobierno municipal parece estar condenado, por el momento, a permanecer en minoría, y tener que acudir a otros grupos para sacar adelante sus proyectos, a no ser que Ciudadanos, muy pendiente de lo que sucede en Madrid, cambie de opinión.