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«Cristina Martínez decidía al margen del gobierno»

Alcalde de Elche. No han sido fáciles los últimos días para el equipo de gobierno

Carlos González, ayer por la mañana, en la Glorieta. sergio ferrández

¿Ha tardado demasiado en romperse el tripartito?

Tanto como alcalde, como desde el Partido Socialista, la intención era que el Gobierno municipal plural, compuesto por tres formaciones políticas, tuviera toda la estabilidad posible, y, desde el primer día, éramos conscientes de que era difícil, pero estábamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos necesarios en términos de flexibilidad política para mantener un gobierno estable que tenía un proyecto político para la ciudad, de progreso, de mejora, de transformación y de aportar calidad de vida. Nuestra vocación era mantener la estabilidad.

¿Qué ha fallado?

Yo nunca tiendo a echar las culpas única y exclusivamente a una parte. Sin duda, todos hemos cometido errores, pero, durante estos ocho meses, se han producido numerosos desencuentros que, a nuestro juicio, han sido innecesarios, gratuitos, provocados por cuestiones nimias, que siempre hemos intentado corregir y relativizar, pero que se han convertido por la otra parte en obstáculos insalvables. A lo largo de estos ocho meses, hemos comprobado como un partido, Ilicitanos por Elche, y su máxima representante, Cristina Martínez, tomaba decisiones al margen del resto del Gobierno municipal, sin consensuar con los ciudadanos. Se generaban conflictos con colectivos y ciudadanos, que, a nuestro juicio, eran gratuitos e innecesarios. Se han producido también demasiadas estridencias absolutamente innecesarias que hacían que el Gobierno municipal estuviera más pendiente de esas polémicas estériles que de trabajar por los problemas de la ciudad. Eso ha sido una constante que no ha agotado mi paciencia como alcalde, sino que ha ido agotando la paciencia de buena parte de la ciudadanía. Ciudadanos y colectivos, desde la intimidad y el respeto, me han hecho saber esa especie de hartazgo social frente a esta situación.

Decía que todas las partes han errado, ¿en qué se ha equivocado el PSOE y Carlos González?

No atribuyo todos los errores a Cristina Martínez, hemos cometido errores, pero, más allá de lo que hayamos hecho, involuntariamente y de buena fe siempre, en el otro lado hemos encontrado intransigencia y, en ocasiones, una deslealtad manifiesta.

¿Cuál ha sido la gota que ha colmado el vaso?

Las últimas semanas han sido especialmente cruentas desde el punto de vista político. Se había creado un conflicto con la Asociación de Informadores de Elche, un conflicto inédito en la democracia local, y eso nos creaba un problema grave. Nos hemos encontrado también con un conflicto en una importante partida de la ciudad, en La Marina, por una decisión que había sido anunciada al margen del Gobierno local y sin consultar, que había sido impuesta a los vecinos en una cosa tan sensible y delicada. Luego, está la gestión estridente en un tema tan sensible como el de las ambulancias. Al final, los ciudadanos no sólo apuntaban las responsabilidades políticas a quien había tomado la decisión en primera instancia, sino que preguntaban por la posición del máximo responsable de la ciudad y el grupo mayoritario. Ante eso, sólo hay dos alternativas: o exigirle un cambio de actitud o plantear su cese. Al final, la responsable de los errores de Cristina Martínez no sólo es ella, sino el alcalde.

¿Se ha trabajado como equipo o cada uno iba por su lado?

Creo que hay que jerarquizar y distinguir. Hay una voluntad clara nuestra y de Compromís de formar un equipo cohesionado. Las peculiares características de una formación política no clásica han hecho que haya sido fácil conformar un equipo con Compromís, y más difícil con quien tiene una visión personalista de la dinámica política. Con Compromís sí hemos sido equipo, con Ilicitanos es muy difícil.

¿Por qué se tomó la decisión de espaldas a Compromís?

Le he trasladado a Mireia Mollà mis disculpas por no haber realizado la comunicación que ella podía haber esperado, y que tenía derecho a solicitar, pero hemos considerado y he considerado que había llegado un momento en el que no se podían sostener estas estridencias, y no era negociable buscar salidas que no pasaran por un cambio de actitudes o la salida del gobierno. Era mejor evitar que Compromís quisiera buscar una salida intermedia, porque hubiera supuesto la prórroga de esta agonía, con estos conflictos generados por Cristina Martínez en las últimas semanas.

El lunes se aprobaron los presupuestos y el viernes se le abre la puerta a Cristina Martínez. ¿Estaba la hoja de ruta diseñada desde hacía tiempo?

Puede parecerlo, pero, en realidad, no ha habido cálculos. Lo que se ha hecho es una valoración política de lo que interesaba al Gobierno municipal y a la ciudad. No hemos jugado con los plazos, ni en lo que respecta a los presupuestos, ni en lo que respecta a las elecciones. Simplemente vimos que no era viable seguir, por la situación de hartazgo de los ciudadanos.

¿Existe el temor real a una moción de censura?

Nosotros partimos de que nos quedan algo más de tres años por delante para crear un proyecto de ciudad y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Desde el primer día sonaron los rumores de moción de censura, pero, objetivamente, creo que es difícil que se produzca a lo largo de este mandato, si somos capaces de gobernar con serenidad y sensatez, y si somos capaces de transmitir la idea de que estamos mejorando la vida de la gente.

Ya, pero las mociones no las plantean los ciudadanos, sino los grupos políticos...

Los grupos también responden al clima político que se vive en la ciudad. Además, la situación que vive todo el PP en la Comunidad Valenciana hace que el Partido Popular no sea el mejor compañero de viaje en estos momentos.

Ciudadanos podría hacer decantarse la balanza hacia un lado o hacia otro. ¿En que punto se encuentra el cortejo a C's?

Yo creo que hay que ser prudentes. Ahora hay que hacer una reflexión serena, tanto el Partido Socialista como el Partido Socialista con Compromís. Hay que analizar la situación política actual y buscar la mejor solución para la estabilidad del gobierno, y para tener un gobierno que piense en la ciudad y en los retos y necesidades que tiene. A partir de ahí, he tenido y tenemos una predisposición abierta, como la hemos tenido siempre, con el resto de formaciones políticas, porque formar un gobierno plural y progresista no es incompatible con tender puentes y con escuchar las iniciativas positivas, vinieran de donde vinieran, y eso fundamental para garantizar la estabilidad.

¿Se va a buscar el pacto con Ciudadanos?

Vamos a reflexionar serenamente, como Gobierno, con Compromís, y vamos a reconstruir la confianza con Compromís, después de esta situación indeseada, y, a partir de ahí, tendremos que ver qué es lo mejor para que haya un Gobierno que se preocupe por la ciudad.

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