Faltaba solo un minuto para las once de la mañana, cuando se hizo pública la ruptura del tripartito. La teniente de alcalde de Sanidad, Deportes, Consumo, Emergencias, Bomberos, Agentes de Movilidad, Seguridad, Turismo, Barrios y Pedanías, Cristina Martínez, convocaba a los medios en su sede para 16 minutos más tarde. ¿El motivo? «Ilicitanos por Elche rompe el pacto de gobierno», argumentaba en la convocatoria remitida por correo electrónico. Poco después, llegaba a la sede de su partido, en Blas Valero, secundada por su otro concejal, Fernando Durá. Fue así como empezó una comparecencia que se prolongaría durante algo más de una hora, y en la que en todo momento defendió que nadie les había echado del tripartito, que se iban ellos. Una comparecencia en la que culpabilizaron de su salida al PSOE y, en particular en el alcalde, Carlos González, a los que acusó de «ningunearlos», «menospreciarlos» y de poner zancadillas a cualquiera de los proyectos auspiciados por su partido.

De entrada, hubo que esperar unos minutos a que llegara el funcionario asignado a su partido, Miguel Ángel Figueruelo, que era el encargado de registrar «la decisión irrevocable de abandonar el equipo de gobierno actual» de los regidores de Ilicitanos. Mientras tanto, los correligionarios de este partido que se creó por y para Cristina Martínez, así como sus familiares más cercanos, iban llegando a la sede. Iba a defender que era Ilicitanos quien se empeñaba en dar el portazo, pero lo precipitado del modo en el que iban llegando sus seguidores se empeñaba en poner en evidencia lo contrario a lo que se declaraba en la rueda de prensa: la marcha del equipo de gobierno había tomado por sorpresa hasta a sus seguidores más cercanos. Incluso la número 3 de Ilicitanos por Elche, Elena de Madaria, llegó con la comparecencia bastante avanzada.

Tras pedir a los periodistas que hicieran de notarios improvisados de la hora de registro del escrito -las 11.23 horas- comenzaba la rueda de prensa. Y comenzaba, fiel a su estilo, haciendo pública una nota de voz grabada por el coordinador de DYA, Antonio Tarí, y que circulaba por redes sociales en los últimos días. En el audio Tarí pide a sus voluntarios que se reorganicen, que así lo ha aconsejado el alcalde, para terminar diciendo: «A ver si conseguimos tumbarla», en alusión a Martínez. Previamente, y dentro de la puesta en escena que merecía la ocasión, había llamado a un juez, allí mismo y delante de todos, para preguntar si podía hacer pública la nota de voz.

A partir de ahí, relató la secuencia. Explicó que en la tarde del jueves tanto ella como Fernando Durá habían llamado a la portavoz de Compromís, Mireia Mollà. No estaban dispuestos a seguir en el equipo de gobierno, pero Mollà les pidió que esperaran a la junta convocada para ayer. Ni una mención en ese primer momento al ultimátum del alcalde. «Las continuas actitudes de ninguneo y menosprecio por una parte de este equipo de gobierno, el Partido Socialista, y las continuas zancadillas e impedimentos a los proyectos que desde nuestras concejalías hemos intentado impulsar, como las últimas declaraciones manifestadas por el señor alcalde de modo unilateral, entre otras razones, nos llevan a adoptar esta decisión», defendió, para alegar, acto seguido, que «seguiremos trabajando por y para Elche, si cabe, con más fuerza».

Desde ese momento, afeó que los socialistas se saltaran el acuerdo alcanzado el miércoles entre los tres partidos para que no hicieran declaraciones sobre la supresión de las ambulancias, y que el alcalde acabara hablando después, y preguntó a González si compartía la idea de Tarí de «tumbarla». En cualquier caso, admitió que podía haberse equivocado en algunas cosas. «Puede que hayamos cometido muchos errores, porque sólo el que hace cosas comete errores, pero todo se ha hecho con el convencimiento y la intención de estar cumpliendo un compromiso, y las ambulancias queríamos que fueran atendidas por personal cualificado», sostuvo.

Es más, en la segunda parte de su intervención, se dedicó a explicar la situación de las ambulancias, con un argumentario que, en muchos momentos, dio la sensación que estaba más preparado para la hipotética rueda de prensa que estaba prevista para ayer para dar cuenta de este servicio sanitario que para romper el pacto de gobierno. Fue en ese punto en el que admitió que en estos 40 días las ambulancias habían tenido un coste de unos 30.000 euros, aunque, al estar preparándose los pliegos para sacar el concurso, no había irregularidad alguna. Por su parte, Fernando Durá, que llegó a emocionarse cuando se dirigió a sus técnicos de Visitelche, subrayó que «la playa para perros es un ejemplo del doble juego que han estado haciendo». Se amparó en eso, o en que había previstos nombramientos en la Policía Local, sin haber consultado con la edil del área. «Por dignidad, no podemos aguantar más y pasamos a la oposición, pero agradecemos a Compromís el trato que ha tenido hacia nosotros», dijo Durá. «En Compromís hemos encontrado unos verdaderos compañeros de viaje, y no han jugado al ninguneo del PSOE», apostilló Martínez.

En cualquier caso, no le hizo ascos a un posible acercamiento al PP y a Mercedes Alonso, pese a todo lo dicho en campaña. Eso sí, la primera vez intentó salirse por la tangente. ¿El PP es una posibilidad para Ilicitanos por Elche? La pregunta no podía ser más directa. «La ciudad de Elche es una posibilidad para Ilicitanos por Elche. Lo que tenemos claro es que el Partido Socialista no es positivo para la ciudad, porque no ha estado gobernando buscando lo mejor para nuestra ciudad. Ha estado gobernando simple y llanamente para tumbarnos porque nuestra mejor arma era el trabajo», alegaba. Dejaba claro así que las puertas volvían a estar abiertas para los populares.