La oposición municipal, con el fin de semana de por medio, ha tenido tiempo de reflexionar algo más tras precipitarse los acontecimientos el pasado viernes. No es que las posturas se hayan movido mucho, pero cada partido tenía ayer un poco más claro dónde puede estar en un futuro cercano.
Para empezar, el grupo municipal del PP apretó un poquito más el acelerador y sacó el ariete para, aprovechando una debilidad manifiesta, intentar hacer algo de mella en el recién estrenado bipartito ilicitano.
«Era la historia de una muerte anunciada», decía la máxima responsable del PP en Elche, Mercedes Alonso, quien lamentaba que el hasta el pasado viernes tripartito no apostara por el diálogo y, por tanto, no hubiera contado en estos últimos meses con la oposición.
Los populares aseguran que van a seguir en la oposición como hasta ahora: «De forma constructiva» y trabajando por Elche. «Tenemos un proyecto de ciudad y ahora se nos quiere dejar de lado», manifestaba Alonso tras conocer la petición de la ejecutiva socialista de la pasada semana de hablar con todos los grupos excepto con el PP.
Parálisis total y absoluta, desgobierno o pésima imagen de Elche la que se está dando fueron algunos recursos a los que apelaron ayer desde las filas populares.
De hecho, el concejal del PP Luis Ángel Mateo, aseguraba que hace apenas dos años «éramos un referente de gestión y ahora somos un referente de todo lo contrario, de cómo no debe gestionarse esta ciudad».
El edil agregaba que esta situación se veía venir y que «ha sido todo lo contrario a un gobierno plural. El Ayuntamiento ha sido un lugar de peleas, de desencuentro y de nula gestión». Para Luis Ángel Mateo, el equipo de gobierno «ni es un equipo, ni está gobernando».
En cualquier caso, todos, Ejecutivo y oposición, coinciden en que se ha iniciado otro momento distinto que nadie sabe a dónde lleva.
«Se abre un nuevo horizonte. Los colectivos de la ciudad le han pedido al Gobierno que haya una expectativas de diálogo y consenso», le recodaba Mercedes Alonso al alcalde para, a renglón seguido, asegurar que su partido «tiende la mano a trabajar por la ciudad».
Preguntada si estaba su partido pensando ya en una posible moción de censura de aquí a seis meses, la exalcaldesa respondió: «Nosotros estamos por trabajar por Elche. Todo lo demás no nos lo planteamos».
Mientras el PP de momento no tiene demasiado margen de maniobra, ayer Ciudadanos apenas dio señales de vida. Optó por mantener un perfil bajo, pese a ser el foco de todas las miradas. Su único movimiento fue enviar un comunicado sobre accesibilidad en la ciudad. En cuanto a lo importante, nada. Más que nada porque ya han mostrado su predisposición a dar un paso más arriba dentro del Consistorio, pero este movimiento no depende de la agrupación local.
Lo que decida la cúpula nacional del partido se hará. Y antes tiene que cerrarse un factible entendimiento entre Albert Rivera y Pedro Sánchez para gobernar la nación. A partir de ahí, el dominó puede llegar perfectamente hasta el municipio ilicitano.
Ciudadanos no quiere asomar la cabeza, quiere pasar desapercibido estos días hasta que pase lo que tenga que pasar en Madrid y reciba a continuación la luz verde desde allí principalmente
Por su parte, el Partido de Elche no niega que ellos también están listos para apoyar al futuro nuevo Gobierno. Su único concejal, Jesús Pareja, no es necesario, pero su apoyo de facto e integración en el Ejecutivo reforzaría el talante de integración y dialogante del que siempre ha presumido el «gobierno plural». El Partido de Elche está esperando a recibir una invitación, y si la hay se debatirá en ejecutiva. Eso sí, entrar por entrar no. Quieren que haya proyectos concretos para realizar e ir directamente a por ellos.
Ni el PP, ni Ciudadanos, ni el Partido de Elche, hoy por hoy, quieren saber nada de Ilicitanos por Elche. Es más, si pueden dejar más aislado aún a este partido, mejor.
Precisamente, la formación liderada por Cristina Martínez no dio muestras de actividad municipal hasta ayer cerca de las 19.30 horas, cuando envió un comunicado donde volvía a insistir en que Ilicitanos lamenta haber recibido sólo trabas a la contratación de una ambulancia.
La oposición está, desde el pasado viernes, conformada por cuatro grupos políticos. El bipartito trabaja ahora por buscar un tercero, e incluso un cuarto compañero de viaje, pero sobre todo, intenta volver a la normalidad y recuperar la tranquilidad.
