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Cuando levantar la persiana cuesta mucho

Los comerciantes se enfrentan cada día a un gran volumen de gastos fijos sólo por abrir sus negocios

Cuando levantar la persiana cuesta mucho

Cuatro de diez comercios que se ponen en marcha en la Comunidad Valenciana acaban cerrando en menos de cinco años. La alta tasa de paro ha propiciado que, en los últimos tiempos, hayan sido muchas las personas que han visto en el trabajo por cuenta propia trabajo un clavo al que agarrarse, para intentar capear el temporal. Decisiones, en muchos casos, tomadas sin estudiar ni si quiera el sector en el que se va a trabajar, o los gastos fijos a los que hay que hacer frente en el día a día. Porque, ¿Cuánto cuesta levantar la persiana?

La respuesta varia en función del sector, el tamaño del comercio, y, por supuesto, la zona en la que se ubique. Los más optimistas, indican que el coste de un comercio, para un autónomo, no baja de los 10.000 euros al año, una cifra que se queda corta en la gran mayoría de los casos. Cuotas de autónomo, alquiler del local, luz, agua, impuestos, personal... Los gastos de cualquier negocio se pueden disparar a cifras insospechadas, que, tal y como está la cosa, reducen a la máxima expresión los márgenes comerciales.

Un comercio pequeño de moda, ubicado en el centro de Alicante, y con un sólo trabajador, que se da de alta como autónomo, tiene que hacer frente a 3.120 euros por el autónomo, pagando lo mínimo, 12.500 euros del alquiler de local, de 50 metros cuadrados, 840 euros de teléfono, 500 euros en luz, 300 euros en agua, 300 euros del sistema informático, 600 euros de gestoría, más impuestos y, lo más importante, el género. Es decir, más de 18.000 euros en gastos fijos, a los que añadir el inmovilizado, los imprevistos, y créditos, si los hubiese.

Además, si se da el caso de que el comercio tiene empleados, debe pagar, como mínimo, 1.300 euros por cada uno, aunque lo normal es invertir unos 2.000 euros en cada uno, para que se quede un salario neto de 1.200 euros al mes.

De ahí, que se diga en el sector, que el autónomo nace pagando y muere pagando. Sólo en el año 2014, el último cuantificado por la Unió de Professionals i Treballadors Autónoms del País Valenciana (UPTA), se registraron 89.000 bajas. Una gran sangría de trabajadores por cuenta propia que se compensó con el alta de 90.000 autónomos.

El presidente de UPTA, Javier Pastor, aseguró que «hay una rotación brutal, y aunque parezca que la situación esté mejorando, consideramos que es sólo un espejismo. A los autónomos nos cuesta mucho abrir la persiana cada día, y lo hacemos sin saber como va a funcionar la jornada, y echándole muchas horas».

Y es que tras una buena campaña de Navidad, en la que se constató una reactivación en el consumo, la temporada de rebajas no está resultando todo lo beneficiosa que se esperaba, también afectada por las altas temperaturas registradas durante este invierno, y por la desestacionalización de las campañas.

Sin embargo, desde la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos en la Comunidad Valenciana (ATA) aseguraron que existen expectativas al alza para este año, ya que durante el último ejercicio económico más de la mitad de los autónomos registraron un aumento en las ventas.

La Federación Alicantina de Comercio (Facpyme) también apuntó a que la incertidumbre en el terreno político es otro de los factores que influyen en el consumo, y ahora se está notando. Desde el colectivo, el secretario general, Francisco Rovira, añadió que «asimismo, hay una gran competencia en la hostelería, provocada por la guerra de precios. Hay mucha oferta, y una gran rotación en el sector, por lo que vemos que es muy complicado que un establecimiento sobreviva más de cinco años».

Desde Facpyme reclamaron medidas que propicien la reducción de la presión fiscal, así como reducir las cuotas de cotización a la seguridad social, para favorecer el consumo y la contratación.

Por su parte, la Confederación Valenciana de Comercio (Covaco), hace un llamamiento a la diversidad y pluralidad que debería predominar en el sector comercial de cualquier ciudad. La secretaria general de Covaco, Amparo Barroso, dijo que «tenemos que ofrecer a los ciudadanos una oferta diferente y complementaria», a la vez que reclamó mejorar los criterios de constitución de los autónomos, para facilitar las cosas al sector. Cuotas especiales para mayores de 45 años, que quieran engancharse al sector comercial, así como otras dirigidas a perfiles de hasta 30 años, siempre y cuando presenten proyectos avalados y con garantías, son algunas de las propuestas para hacer más accesible, y cómodo, empezar a trabajar por cuenta propia.

Y es que el pago fijo del autónomo es uno de los principales obstáculos para el sector comercial, por lo que las patronales insisten, una y otra vez, en establecer cuotas de enganche que se extiendan durante tres o cuatro años.

El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos en la Comunidad Valenciana (ATA), Rafael Pardo, propone que «no existan obligaciones de pago para autónomos que ingresen menos que el salario mínimo interprofesional».

Morosidad

Otra problemática a la que se enfrentan los autónomos del sector comercial es la morosidad. Rafael Pardo aseguró que «se está incumpliendo el pago a 30 días desde el sector público, por lo que necesitamos medidas para poner fin a esta situación».

Por otro lado, aunque se pregone a los cuatro vientos que la financiación es más barata que antes, la realidad es que los créditos no están fluyendo con toda la intensidad que sería deseable para favorecer al sector.

Un sector que, en definitiva, demanda medidas que permitan la sostenibilidad de un sistema que, a día de hoy, asfixia a aquellos que cumplen a rajatabla con la legalidad, y al final de mes sólo cuentan facturas, y muy pocos beneficios, más que el de tener un lugar al que acudir a trabajar cada mañana.

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