Han pasado poco más de 40 días desde que se pusiera en marcha ese servicio de ambulancia municipal 24 horas que se vendió a bombo y platillo, y que se planteó como la única alternativa viable al servicio que venía prestando DYA. Se iba a profesionalizar el servicio y se iba a contar con personal cualificado, mientras se redactaba un pliego como Dios manda para contratar a una empresa especializada. La Generalitat -la competente en Sanidad- no cubría las necesidades de Elche, se argumentó entonces. «Se trata de salvar vidas y no jugar con ellas», alegaron desde el tripartito. Visto lo ocurrido ayer, y esa repentina supresión del servicio, una se pregunta qué ha cambiado ahora. ¿Ya no hay vidas que salvar? ¿El Consell ya llega a todo, hasta el extremo de hablar de duplicidades? Alguien del equipo de gobierno -porque son un equipo, mal que les pese a algunos- debería salir y dar respuestas. Con un comunicado no basta, y menos si de lo que se trata es de «salvar vidas». Debería explicar eso y si se han gastado ya los 18.000 euros. La salud es algo muy serio, y, por una vez, deberíamos dejar de hacer política con estos temas.