El sector servicios se enfrenta a un problema grave que, en muchos casos, está provocando el cierre de establecimientos. Se trata de la guerra de precios: ofrecer productos similares a los de la competencia, al precio más bajo del mercado para captar clientes. Una práctica que, advierten patronales y asociaciones de comerciantes, puede ser un arma de doble filo.
La Asociación de Empresas de Servicios de Elche y Comarca (Aesec) denunció ayer que la guerra de precios, que se ha creado durante los años de la crisis, y que sigue existiendo en la actualidad, ha acabado con el margen comercial de los negocios, que ahora se ven asfixiados para salir adelante.
El presidente de Aesec, José Rizo, aseguró que «tenemos un problema, con la crisis nos hemos cargado el margen comercial, y, ahora, los negocios no se pueden permitir contratar, crecer o mejorar el servicio». José Rizo apuntó que «vivimos pensando en que el problema de las empresas está en las ventas, cuando, en realidad, está en el precio».
Una situación, añadieron comerciantes del centro de Elche, que también está provocando competencia desleal. Y es que algunos establecimientos están abaratando el precio de sus productos ahorrándose impuestos o contratando al personal menos horas de las que trabajan al cabo del día.
Rubén Fernández cuenta con un establecimiento de hotelería y subraya que «la Inspección de Trabajo debe hacer más controles. Si un establecimiento ofrece su producto más barato que el resto es porque algo debe, o mejor dicho, no debe, estar haciendo».
Y es que los empresarios no se muestran nada optimistas a la hora de proponer soluciones para acabar con la guerra de precios, que en los últimos meses ha llevado al cierre a multitud de establecimientos, algunos de ellos con más de treinta años de existencia en el centro de Elche.
«No hay remedio. El que mantiene esa guerra acaba cerrando tarde o temprano», aseguró José Antonio Oliver, empresario del sector de la hostelería, que añadió que «todos sabemos lo que cuestan las cosas, y la decisión del precio de venta al público depende de cada propietario».
Así las cosas, todos coinciden en reclamar a la Administración que intensifique los controles para evitar la competencia desleal que va contra el sector, y contra los derechos de los trabajadores.
La situación por la que atraviesan los trabajadores del sector ha venido siendo objeto de denuncia, por parte de los sindicatos UGT y CC OO. El secretario general de UGT en la comarca, Ismael Senent, aseguró que «la prioridad debe ser que la Inspección de Trabajo intensifique su trabajo, con la colaboración con los sindicatos». Y es que, explicó Ismael Senent, «se está abusando del trabajador, con contratos de dos horas, para jornadas que se alargan hasta diez horas, y que los empleados aceptan por necesidad».
Desde UGT también quisieron dar un tirón de orejas al sector. Ismael Senent dijo que «necesitamos que los propios empresarios denuncien los casos en los que no se cumpla con la normativa laboral». Un extremo que algunos empresarios descartan por miedo a crearse una mala imagen. «Aquí nos conocemos todos», decía un empresario del centro.
Por su parte, la secretaria general de CC OO, Carmen Palomar, añadió que «en los comercios pequeños no hay representación sindical, por lo que los trabajadores están en una situación de vulnerabilidad, en la que les ha dejado la última reforma laboral». Palomar también lamentó que «la economía sumergida, que en la zona estaba asociada al calzado, se ha trasladado también al sector servicios».
Además de con más controles, para evitar prácticas ilegales, la guerra de precios también se puede combatir mejorando la competividad del sector. Por este motivo, Aesec ha organizado la charla gratuita «Guerra de precios: Vencedor o vencido». La actividad se celebrará este tarde, a las 18 horas, en el Centro de Desarrollo Empresarial de Elche. La jornada, de entrada gratuita, correrá a cargo de Carlos Delgado, fundador de la Escuela de Negocios Level Up.
Carlos Delgado aseguró que «la guerra de precios es uno de los problemas más frecuentes de las empresas, que ofrecen productos muy similares a los de los demás, por lo que el factor de decisión del cliente acaba siendo el precio».
El experto, además de sumarse a la petición del sector de aumentar las inspecciones, aconseja a las empresas que analicen la situación de su negocios para, después, emprender un proceso de diferenciación, con el objetivo de ofrecer un producto de calidad que sea apreciado por el consumidor, ya que, como destacó, «hay miles de empresas, con precios elevados, que triunfan cada día en el mercado».
