Las obras de modernización del riego por goteo en el campo de Elche se vieron interrumpidas hace ya años, en torno a 2011, cuando la crisis económica frenó en seco el tendido de nuevas tuberías para sustituir a las tradicionales acequias. En esa reconversión del sistema que permite reducir las mermas de agua y dar facilidades a los agricultores para programar el riego, se quedaron a las puertas los comuneros del Tercer Canal, cerca de 4.000 agricultores que iniciaron hace meses el camino para retomar esas obras y que hasta ahora se encuentran con que a nivel político no hay interlocutor al que plantearle el proyecto. Su presidente, Emigdio Tormo, sostiene que el proyecto está listo desde hace años, pero que primero la crisis y ahora la incertidumbre sobre quién tendrá que tomar las decisiones lo mantienen frenado.
Desde antes de las elecciones autonómicas y después con la convocatoria de los comicios a nivel nacional, la modernización del riego está en «stand by». Pero «está todo preparado, el Tercer Canal tiene superávit y financieramente está en buena disposición para llevar adelante las obras», sostiene su presidente. En cualquier caso, hay que concretar antes si el Ministerio de Fomento o de Agricultura asumen una parte y si hacen lo mismo las consellerias correspondientes de la Generalitat Valenciana, y en todo caso en qué condiciones y con qué letra pequeña. «Hay mucha gente esperando e interesada», sostiene el representante de los comuneros.
Por otro lado, el pasado mes de octubre la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias SA (SEIASA) aprobó reservar siete millones de euros para modernizar el riego de 500 hectáreas de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) San Enrique, de la que forman parte unos 600 comuneros con tierras en la zona norte de Elche, parte en Crevillent y parte en Aspe. Su presidente, Ángel Urbina, planteaba entonces que una vez dada luz verde a la propuesta técnica, el modo de financiación tenía que ser perfilado.
Hasta ahora, en las mismas circunstancias, no hay con quién hablarlo a nivel nacional. Los problemas de urgente resolución en la zona sur de la provincia de Alicante, considera Urbina, pasan tanto por solventar los conflictos reabiertos en torno al trasvase Tajo-Segura (que algunas formaciones políticas pretenden suprimir) como por modernizar todo el sistema de riego, lo que supone optimizar la gestión del agua. Las dos cuestiones dependen en buena medida de quién forme Gobierno. Mientras tanto, el campo está a la espera.
Una posible intervención
Por otro lado, y aunque ya tiene todo su territorio modernizado, la comunidad de regantes El Canal tiene intención de sentarse a revisar con el Ministerio cómo se hicieron las obras y si necesitan una intervención. De hecho, hace más de medio año que su presidente, Javier Berenguer (presiente también de Riegos de Levante), planteó que era prioritario revisar con el órgano correspondiente del Gobierno las soluciones para evitar frecuentes roturas y averías en las conducciones principales que dejan sin agua a parte de sus 8.000 comuneros, y en una ocasión a todos durante varios días por la rotura en dos puntos distintos casi de forma simultánea. El presidente confirmó que también este asunto está a la espera de saber quién es el «interlocutor válido» y en cuanto al resto de comunidades de base de Riegos de Levante, menciona que también la Sexta y Séptima están pendientes de poder tomar en consideración si apuestan por modernizar su sistema de riego.
