Hacienda ha multiplicado por dos los controles a empresas desde el año 2012, según avisan los consultores. Los expertos, de hecho, advierten de que la Administración pública ha aumentado notablemente durante los últimos cuatro años los requerimientos de información a las empresas con el objetivo de evitar el fraude en las operaciones comerciales.
La economista y abogada de Gesem Laura Vicente aseguró ayer, durante una jornada que se celebró en Elche, que «durante los últimos años ha subido mucho el número de requerimientos de Hacienda a las empresas, con solicitudes de información de todo tipo que obligan a las empresas a estar más atentas a las peticiones que realiza la Administración, para saber atender de forma eficaz sus requerimientos».
Laura Vicente incidió ayer en la jornada «Actualidad legislativa: Enfoque práctico», que organizó Gesem en el Centro de Congresos de Elche, que «la actividad de Hacienda es cada vez más intensa con el objetivo de cruzar datos aportados por otras empresas para contrastar las operaciones».
Una actividad, destacaron ayer desde Gesem, que no se centra solo en el número de inspecciones, que también se han duplicado entre 2012 y 2015, sino a cualquier tipo de requerimiento de información, que las empresas están obligadas a aportar.
En este sentido, indicaron que si en el año 2012 las empresas que trabajan con Gesem tuvieron que atender 140 requerimientos, en el año 2013 se gestionaron un total de 220 y en el 2014 la cifra se elevó de 245. Una tónica ascendente que obliga a las empresas a estar más pendientes de su actividad. Al respecto, Laura Vicente indicó que «el objetivo es evitar el fraude. Por eso es importante hacer un seguimiento a los requerimientos para ser conscientes de todas las obligaciones que conlleva», lo que supone conservar toda la documentación.
Auge del «compliance»
Por otra parte, la jornada que acogió ayer Elche también abordó las principales novedades administrativas, como la necesidad u obligación de que las empresas dispongan de programas de cumplimiento normativo o «compliance», un sello de calidad que garantice que cumplen con la legalidad.
La abogada Olga Maestre explicó que «es imprescindible desde hace tiempo en las compañías anglosajonas y cada vez más habitual entre las nacionales. La posibilidad de exigir responsabilidad penal a las mercantiles supone un importante motivo de preocupación e incertidumbre entre los empresarios de la provincia».
A pesar de que los manuales de «compliance» solo son, de momento, obligatorios para sociedades cotizadas «son una muestra de la voluntad de cumplimiento normativo y de la existencia de una cultura ética empresarial sólida para todas las empresas», indicaron los expertos en consultoría.
Esta recomendación viene justificada por la creciente exigencia de seguridad y transparencia por parte de operadores europeos a empresas nacionales. «Cada vez más los proveedores y socios internacionales exigen disponer de este tipo de instrumentos de gestión interna, ya que proporcionan y garantizan orden, seguridad y ética en las empresas», aseguraron ayer desde Gesem.
Asimismo, la economista auditora Asunción Marcos y el asesor fiscal Manuel Gabaldón expusieron los procesos de consolidación contable y fiscal, un tema complejo y desconocido para las empresas, que, además, suele generar un cierto rechazo en los grupos pequeños y medianos. La principal ventaja de la consolidación es que le permite a la empresa conocer la situación real de las cuentas, que, para Marcos, «es la mejor herramienta para la toma de decisiones eficientes».
En cuanto a las modificaciones fiscales, los expertos abordaron el régimen de operaciones vinculadas, un tema cada vez más interesante por la creciente proyección internacional de las empresas. Asimismo, se expusieron las novedades en el IVA, en particular el régimen especial de ventas a distancia en la UE para aquellas empresas que venden a consumidores.
