En los juzgados de Violencia Sobre la Mujer detectan que, de vez en cuando, son las propias víctimas las que solicitan que se retiren las medidas que las protegen, porque tienen intención de «perdonar» al maltratador, le disculpan, descafeinan lo vivido y creen que no volverá a ocurrir. Ante eso, Fiscalía informa en contra de retirar órdenes de protección aunque la petición venga de las víctimas, y entiende que hay mujeres que pierden la percepción del riesgo. El proceso que se pone en marcha cuando una mujer pide ayuda ya no se para. Excepto que se tenga muy claro que el hecho por el que se puso la orden de alejamiento no era cierto. Mientras tanto, el quebrantamiento deriva sí o sí en una comparecencia de prisión. La pena que establece el Código Penal va de los seis meses al año de cárcel, que se pueden suspender o sustituir por otras medidas tras valorar antecedentes y la intencionalidad del quebrantamiento. e. g. b.