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El matrimonio acusado de comprar un bebé asegura que creía que el hombre era el padre

La pareja niega que ofreciera 500 euros a una embarazada discapacitada por el recién nacido

Cinco horas se prolongó ayer en el Juzgado de lo Penal 3 de Elche el juicio por la presunta compra de un bebé en 2011 a una mujer con discapacidad intelectual y adicción al alcohol compra de un bebé a la que -según las investigaciones de la Policía Nacional y la tesis del Ministerio Fiscal- ofrecieron pequeñas cantidades de dinero, compra de alimentos o de ropa cuando estaba embarazada y una cantidad final de 500 euros que no llegó a cobrar. El matrimonio acusado niega los hechos y aseguró ayer en el juicio que creyeron que el hombre era el padre del recién nacido, que había dejado embarazada a la madre biológica en un aventura extramatrimonial y que optaron por hacerse cargo de él. La fiscal entiende sin embargo que representaron esa farsa para intentar dar apariencia de legalidad al hecho de quedarse con el bebé primero registrándolo como hijo del marido y después tramitando la adopción por parte de la esposa. En ese entramado, se detuvo inicialmente a un abogado a quien después no se imputó y que ayer en el juicio dijo que la esposa llevó «la voz cantante» en la adopción.

La madre biológica del niño, que nació en agosto de 2011 en el Hospital del Vinalopó de Elche, está también acusada por los mismos delitos que el matrimonio, en concreto por alteración de la paternidad y falsedad en documento oficial, si bien para ella y a raíz de su condición intelectual la fiscal solicita nueve meses de prisión y la obligación de someterse a tratamiento médico, mientras que para cada uno de los miembros de la pareja pide seis años. Sobre la madre, que tiene 35 años y que dio a luz a su sexto hijo (los cinco anteriores no están tampoco a su cargo), el forense relató ayer que es capaz de distinguir el bien del mal pero no de valorar las consecuencias a largo plazo, y que no sabe ni contar dinero, por lo que 500 euros para ella pudieron ser «el cielo abierto» según la fiscal, ya que le permitían adquirir alcohol.

ADN

Lo que nadie pone en duda es que el marido no era el padre del niño, puesto que un test de ADN permitió identificar al auténtico, un hombre que mantuvo una relación inestable con la madre y que dijo ayer que ella le había dicho que el hijo era suyo, aunque él se desentendió. Cuando llegó el momento de dar a luz, la mujer estuvo acompañada por el matrimonio en el hospital, dijo que el marido era el padre y accedió a que lo adoptara su mujer.

En ese contexto, el presunto delito saltó a raíz de la denuncia en Servicio Sociales y en la Comisaría de otra mujer en 2013, que mantuvo una relación con el hermano de la madre adoptiva y que asegura que él le contó no sólo que su hermana había comprado un niño sino que además se refería a él como «a este hijo puta no lo puedo devolver, no para de llorar y lo tengo que encerrar en una habitación».

Mientras la defensa sostiene que su único ánimo es hacer daño a la familia por rencor, la Fiscalía aclaró que no ponía en duda que el niño fuera cuidado «con el mayor de los amores», sino que habían comerciado con él una embarazada que necesitaba dinero y una pareja de 49 y 47 años que no podía tener hijos y que no había logrado adoptar. Tras intervenir también los agentes de Policía que tomaron las primeras declaraciones a los imputados (en las que la madre biológica y el hombre admitieron haber llegado a un acuerdo económico por el niño a través de terceras personas que no han sido identificadas), el juicio quedó visto para sentencia.

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