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Un enclave sembrado de desperfectos

La reparación de la plaza del Congreso Eucarístico supondría una inversión de gran envergadura

Un enclave sembrado de desperfectos ANTONIO AMORÓS

El Ayuntamiento de Elche quiere, pero de momento es consciente de que no puede. Al menos a corto plazo. El mal estado de la plaza del Congreso Eucarístico es un asunto que se viene comentando año tras año, sobre todo cuando se organizan los distintos actos festeros o las celebraciones de Navidad, Semana Santa y festejos de agosto.

Sus importantes dimensiones, más de 2.000 metros cuadrados, hacen que cada equipo de gobierno se eche atrás después de sacar cuentas de lo que costaría su renovación.

El concejal de Vía Pública, Héctor Díez, aporta como dato que la mejora de esta plaza podría absorber de una tacada casi todo el presupuesto de un año para el cambio de baldosas en calles de todo el municipio ilicitano, por lo que se antoja poco apetecible el iniciar cualquier acción al respecto.

«Creemos que hay otras prioridades en barrios y pedanías y que no nos podemos gastar ahora cerca de 500.000 euros si queremos hacer una actuación en condiciones», manifiesta el concejal.

El Ayuntamiento cuenta con informes realizados por los técnicos municipales acerca del estado del suelo. En ellos se refleja, según fuentes municipales y entre otros elementos, que existen numerosas roturas superficiales, algunos hundimientos, pero no socavones y que, en definitiva, los desperfectos no suponen un peligro para la seguridad de los transeúntes.

De igual modo, bajo el firme se hallarían restos arqueológicos e incluso antiguos enterramientos, pero a poca profundidad, de ahí que no se hubiera podido en su día colocar una capa gruesa de hormigón. De hecho, las losetas de la plaza del Congreso Eucarístico presentan un grosor de unos tres centímetros.

«Para tanta gente que ha pasado por ahí, tantos actos que se han celebrado, tantos años y todo el peso que ha soportado, demasiado bien está el suelo», reflexionan desde el Consistorio.

Y es que el actual pavimento fue colocado entre finales de los 80 y principios de los 90, es decir, sobrevive como puede después de más de 25 años de vida, de juegos de niños, de idas y venidas en monopatín, de protestas y conciertos, de exposiciones e instalación de casetas varias.

El Ayuntamiento de Elche no puede obviar que se trata de una zona muy importante del centro de la ciudad, por el que transita mucho turista, pero con sus actuales recursos no puede meterse ahora en esta obra. Por eso no descartan pedir subvenciones para rehabilitar cascos históricos a la Diputación Provincial y a la Generalitat Valenciana.

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