La Dirección General de Costas ha dado luz verde a la rehabilitación del antiguo hotel de Arenalesrehabilitación del antiguo hotel de Arenales, cuyas obras para remodelar el complejo, cerrado desde 1979, podrán comenzar a finales de este mismo año. Un paso adelante que se produce después de que los propietarios del inmueble hotelero, Princesol, del grupo Hoteles Benidorm, entregaran ayer en el Registro del Ayuntamiento el proyecto de construcción. De esta manera, según el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez, ahora la propietaria «tiene todos los permisos de la Dirección General de Costas para poder comenzar». Con ello, el único trámite que le quedaría a la mercantil para hacer realidad la recuperación del hotel es adjudicar los trabajos, ya que Princesol dispone de la licencia de obra desde 2013 y todavía sigue vigente.

Así las cosas, después de que el anterior ejecutivo local, liderado por Mercedes Alonso, también anunciara que el complejo hotelero volvería a abrir sus puertas en 2016, el proyecto ha estado bloqueado a lo largo de estos meses porque la empresa ha tenido que demostrar a través de notario la existencia de un aparcamiento subterráneo de 1.500 metros cuadrados. De hecho, la propietaria se vio obligada a realizar catas para su comprobación.

«El principal problema de los últimos quince años ha sido obtener el permiso de Costas y ahora ha emitido un informe en el que se permite definitivamente la rehabilitación», explicó el edil de Urbanismo. Con este trámite, la previsión tanto de la empresa, como del Ayuntamiento, es que la principal apuesta de turismo de sol y playa para la ciudad sea una realidad en el verano de 2017, ya que el plazo de ejecución estimado es de 18 meses.

Para ello, hará falta una inversión superior a los ocho millones de euros. De esta forma, Elche podrá contar con un nuevo complejo habitacional de cuatro estrellas, enfocado al turismo extranjero, principalmente el británico y a los países del norte de Europa, como Noruega o Finlandia. «Aunque el hotel va contar con los servicios equivalentes a un cinco estrellas, la propiedad ha considerado mejor orientarlo hacia un hotel de cuatro estrellas, más acorde con el cliente que se intenta captar», explicó Sánchez.

La apertura del edificio hotelero supondrá, además, apostar por el turismo deportivo. En esta línea, la edil de Pedanías, Cristina Martínez, señaló que «va a ser un hotel que atraiga sobre todo a personas que quieren hacer deporte Ojalá este hotel traiga un segundo hotel y un tercero, ya que todo esto potencia el turismo de la ciudad». Por su parte, el edil de Turismo, Fernando Durá, afirmó que «es muy positivo que tengamos un hotel de 4 estrellas en nuestras playas y que la gerencia venga de un grupo consolidado dirigido a un turismo de calidad».

Así, el futuro negocio de primera línea de playa contará con un centenar de habitaciones, algo menos que las que disponía el hotel original, ya que la empresa tendrá que adaptar los espacios a las exigencias que marcan las 4 estrellas. Y es que, con la rehabilitación se recuperará «todo lo que sea aprovechable y que garantice la seguridad del edificio», explicó el concejal de Urbanismo, ya que Costas exige mantener el volumen y los metros del inmueble.

Su apertura dará trabajo permanente a unas 40 personas durante su funcionamiento y generará cerca de 200 empleos indirectos, relacionados con la construcción del edificio y con servicios aparejados, caso de lavandería, etc.

Desde 1963

La historia del hotel de Arenales se remonta al año 1963, cuando el complejo abría sus puertas frente al mar, de la mano del padre del actual propietario del inmueble. Sin embargo, en 1979, las cuatro plantas del complejo se vieron abocadas al cierre, por estar afectado por el deslinde de Costas. A partir de ese momento y durante décadas, sus propietarios, los mimos que dieron vida al negocio hotelero de la década de los sesenta, se enfrentaron a un largo proceso judicial para evitar que el inmueble se derribase. Al tiempo que el hotel iba agravando su estado ruinoso, la empresa logró dos sentencias (una de la Audiencia Nacional y otra del Tribuna Supremo) a su favor que les concedió el amparo para acogerse a una concesión administrativa y seguir explotando el hotel durante 75 años, prorrogables. Ahora, tras verse obligado a acatar los requisitos administrativos del Ayuntamiento y de Costas, el hijo del impulsor del negocio abierto el siglo pasado volverá a tener en sus manos la oportunidad de recuperar el proyecto con la persiana bajada desde hace más de tres décadas.