Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Remuneración Los letrados recuperan los baremos de 2005

Al mismo tiempo que la demanda del turno de oficio ha aumentado en los últimos años a raíz de la crisis, con más ciudadanos en situación de no poder costearse su derecho a la justicia, las remuneraciones de los letrados de oficio sufrieron un drástico recorte que llegó a ser de un 40% de media en 2012. La orden de 2005 que establecía los baremos de justicia gratuita se mantuvo vigente hasta enero de 2012, cuando el Consell aprobó una bajada no lineal que en algunos procedimientos suponía pagar un 10% menos y en otros un 60%. Por ejemplo, los juicios rápidos con conformidad pasaron de pagarse a 241 euros a los letrados a pagarse a 90, cuando los honorarios privados están muy por encima e incluso a veces los gastos son mayores. Por esto, los letrados sostienen que la justicia gratuita es el único derecho constitucional que funciona correctamente, porque no lo presta la administración, en palabras de la presidenta del turno de oficio, Pilar Peña, quien subraya que el trabajo de abogado de oficio no se hace por dinero sino por compromiso profesional y personal.

Hace apenas unos días la Conselleria ha acordado devolver los baremos a como estaban en 2012, es decir a los de 2005, en el próximo año 2016. Eso significa recuperar precios que están muy por debajo de los de los despachos privados.

«Tengo que destacar que ha habido un cambio en la actitud de Conselleria, en cuanto al trato que se da a los abogados del turno de oficio, a quienes nos trataban como una carga y ahora nos reconocen el servicio público que prestamos», sostiene la presidenta, quien añade que eso no significa que las retribuciones sigan siendo «ínfimas» y que se pueda dar la situación de que un divorcio en un bufete cueste 1.500 euros y a un letrado de oficio la administración le pague 300 euros. A raíz de los cambios legislativos y de la introducción de procedimientos que no están en el baremo, la Conselleria se ha comprometido, según sostiene, a incorporar nuevas actuaciones judiciales que por no existir anteriormente no tenían baremo y no se pagan, pero sin embargo deben prestarse.

En cuanto a la idea que aún persiste en algunos sectores de que los letrados de oficio son inexpertos, Pilar Peña sostiene que todo lo contrario, puesto que además de graduarse, del máster de Abogacía de dos años y del examen de acceso al ejercicio de la profesión deben para algunos de los turnos completar cursos de especialización. e. g. b.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats