Tiene un buen recuerdo del público de Elche, donde actúa cuando la agenda así lo requiere, y en su foto de WhatsApp la protagonista es la Dama de Elche. La actriz Silvia Marsó se sube este viernes al escenario del Gran Teatro (21 horas) para protagonizar la obra «El zoo de cristal», de Tennesse Williams.
¿Qué recuerdos le trae Elche?
He actuado varias veces en el Gran Teatro. Tengo buen recuerdo del público de Elche, y en mi whatsapp tengo, como foto de perfil, a la Dama de Elche, que fotografié la última vez que visité el Museo Arqueológico Nacional.
En esta ocasión pondrá en escena una obra ambientada en un periodo de crisis. ¿Ha encontrado similitudes con el actual en la obra de Tennessee Williams?
Hacer esta obra en estos momentos fue una idea del director Francisco Vidal y el productor Eduardo Galán. La obra está muy vigente, habla de una familia en época de depresión, tras el «crack» de la bolsa de Nueva York, y como la juventud ve frustrada sus aspiraciones, esperanzas de futuro, y como la madre, que es el personaje que yo interpreto, se desvive por proporcionales un futuro que no ve claro, que ve terrible. Así que presentamos una situación muy parecida a la que está pasando mucha gente actualmente en Europa y, principalmente, en España.
¿Qué lección se puede sacar?
La obra habla de como el ser humano tiene que priorizar sus deseos y aspiraciones, su lucha por ser uno mismo, y por encontrar el camino. Es una obra interesante porque habla de diferentes formas de plantear la vida, distintas posturas frente la vida , con un desencuentro generacional, que es lo que ocurre en las familias. Los hijos piensan una cosa y los padres otra. Pero ese desencuentro hace interesante todo lo que se presenta en la obra.
¿Cómo ha luchado para llegar a su momento actual, en el que no le faltan proyectos?
Con tesón, entusiasmo y rigor. Son mis tres ingredientes.
¿Cuál es su visión de la situación del sector?
Nuestro sector, el sector cultural, es uno de los más castigados por la crisis. Con la subida del IVA parece que el Gobierno se ha ensañado con este sector. No tiene sentido, y ningún país europeo está en estas circunstancias. La cultura es fundamental para cualquier sociedad, es lo que hace que la gente crea en la importancia del esfuerzo, las oportunidades, la igualdad,... La cultura es fundamental. Y el teatro es una de las partes fundamentales de la cultura.
¿Cómo se explica que en otros países no suceda esto?
Porque en otros países, esté quien esté en el gobierno, se respeta la cultura, ya que es algo que es patrimonio del país. En España la cultura se ha politizado mucho, yo creo que habría que culturizar a los partidos políticos.
Además de la obra de teatro, también tiene pendiente de estreno la película «Mi pasión por David» y en televisión «La conspiración». ¿Dónde se siente más cómoda?
Me gustan todos los medios, aunque cada uno requiere una forma distinta de trabajar. Y lo importante es saber diferenciar las formas de trabajo. Yo soy actriz y me gusta todo lo que tiene que ver con mi profesión. Lo importante es que te guste el papel y que trabajes agusto con el director.
¿Qué compañeros le han enriquecido más a lo largo de su trayectoria?
La experiencia en este mundo la aporta el trabajo y aprender de los compañeros. Trabajar con Amparo Rivelles me ayudó mucho, para mí fue una masterclass todos los días. También me marcó Manolo Galiana, con el que trabajé cuando era una cría. Hay grandes actores que te enseñan día a día.
En el «Zoo de cristal» comparte escenario con Carlos García, Alejandro Arestegui y Pilar Gil. ¿Qué dice de ellos?
Somos un equipo fantástico. Nos tenemos mucho respeto y en el escenario nos volcamos para ayudarnos y sacar los mejor de cada uno.
