Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enganchados a la noche lejos del asfalto

La sierra de Elche es cuando cae el sol el centro neurálgico para «runners» y ciclistas

Enganchados a la noche lejos del asfalto

Cuando el asfalto deja de ser una motivación para los runners y los ciclistas, cuando la oscuridad ofrece un buen chute de adrenalina, la sierra y la noche se convierten en el «cocktail» perfecto para hacer deporte.

Esta nueva moda ha enganchado a cientos de ilicitanos a distintas formas de practicar deporte, pero con un nivel de riesgo «extra» y una motivación añadida: la sensación de libertad.

De esta manera, policías, médicos, pintores, trabajadores del calzado, albañiles, veterinarios, dentistas, guardias civiles... se ponen los deportivos cada día tras finalizar su jornada laboral y se dirigen al entorno del pantano y de Ferriol. Todo ello sin olvidar algo fundamental, unos buenos focos para iluminar las innumerables sendas y caminos que se esconden por la montaña.

«Empezamos a correr por la noche, porque buscábamos algo novedoso, estábamos cansados de la ciudad, nos atrae la naturaleza, hacer cosas nuevas. Es muy importante poner los cinco sentidos cada día», cuenta José Ramón Machaca, del club de montaña y escalada «tail runnig» Machacapiedras.

Como este colectivo, son varias decenas de grupos federados que salen a la sierra cuando cae la noche. «Antes nos llamaban locos, o nos consideraban héroes por hacer esto, pero ahora es lo más normal del mundo, es una aventura muy motivadora», explica Héctor Ibarra, integrante de un grupo de unos sesenta ciclistas pionero en las carreras nocturnas, conocido como «Los Pixorros». Así, lo que comenzó como un reto, ahora a seducido a miles de aficionados a este desafío.

De esta forma, la orientación juega un papel clave para el entrenamiento diario. «En la sierra de Elche es muy difícil perderse, todos los caminos te llevan a un sitio, pero sí que es vital no despistarse y saber siempre por donde vas», apunta José Ramón.

Sin embargo, esta tendencia cada vez más en alza no deja de entrañar cierto peligro, ya que la oscuridad y la dificultad del terreno pueden convertirse en un enemigo para los deportistas.

«La mayoría nos conocemos las rutas al dedillo, no es una zona complicada, el único riesgo que hay es salir solo, porque puedes tener un accidente», advierte Héctor. Y es que, ellos conocen de cerca más de un percance. Algunos quedan en simples anécdotas, como tener que acabar la ruta sin luz y otros en sustos fuertes, como ver a un compañero caer barranco abajo, aunque afortunadamente resultó ileso.

Por ello, conscientes del riesgo, los deportistas recomiendan estar federados para ahorrarse problemas en caso de tener accidentes. «Salimos bajo nuestra responsabilidad y asumimos que puede ser peligroso, por eso es importante tener un seguro», considera Machaca.

No obstante, la preparación y el hecho de contar con un físico potente es una de las armas fundamentales con las que cuentan los aficionados a las carreras nocturnas. De hecho, para muchos de ellos la afición va más allá y llegan a participar en competiciones por distintos puntos de España.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats