El ambiente del medievo que durante cuatro días seguidos ha convertido el casco antiguo en un auténtico hervidero de gente se despidió ayer con un respaldo masivo de ilicitanos y visitantes.

Los aromas a toda una diversidad de cultura, los sabores orientales y caseros, los colores de la vestimenta de la época y el sonido de dolçaina... dejaron de invadir anoche el centro de Elche.

Los puestos de artesanía y alimentación bajaron así «el telón» en una edición más corta que años anteriores, ya que los comerciantes no estarán instalados el próximo fin de semana en las calles al coincidir con la feria de Cocentaina.

De esta manera, ayer el entorno de la basílica de Santa María y la Glorieta volvieron a transformarse en laberintos repletos de gente que se acercaron a disfrutar del mercadillo y de todos sus atractivos.

Tanto al mediodía, como por la tarde, los puestos se llenaron hasta arriba de familias y de jóvenes que aprovecharon para pasar el día y probar la oferta gastronómica y todas sus esencias.

«Elche ha estado lleno, en los aparcamientos del centro ha habido colas. Incluso chispeando ha recibido a muchísimos visitantes y el festival ha recibido a cientos de espectadores», valoró la edil de Cultura, Patricia Macià.

Y es que, los espectáculos de calle concentraron a miles de personas en las plazas de distintos puntos de la ciudad. Las exhibiciones para los más pequeños, los malabaristas, los bufones, los juglares y el fuego sedujeron a un público entregado a cualquier hora del día. De hecho, ayer el teatro familiar en el Palacio de Altamira, la representación de «Las Mocedades del Cid» en el Gran Teatro, el concierto de música «Una noche en la corte del Rey Alfonso» en la basílica de Santa María y la obra teatral «Estirpe de Fuego» fueron las actividades que conquistaron a los ilicitanos durante todo el día.

Polémicas

Sin embargo, estos días no han estado exentos de pequeñas controversias en torno al Mercado Medieval. Por una parte, los comerciantes locales mostraron su malestar por la rebaja de descuentos realizados por parte de la empresa que este año ha organizado la cita, lo que ha hecho que se reduzca el número de puestos de ilicitanos.

Por su parte, la concejal de Cultura, explicó que «la empresa que quedó con mayor puntuación fue Pegasus, dentro de un proceso adjudicatario y este año ha rebajado mucho menos y el Ayuntamiento no ha tenido nada que ver en esto».

Asimismo, otra de las polémicas que ha «merodeado» durante el transcurso del festival ha sido el emplazamiento de las esculturas de las «Marías» del Misteri entre una jaima árabe, pese a que el pasado año ya se repitió esta imagen. «El mismo jueves pedimos que se despejara. Considero que ha creado una polémica estéril, hay alguien que ha querido tener una rentabilidad política por esto», apuntó Macià.