Con cuentagotas... y gracias. Así van llegando las medidas de refuerzo al Registro Civil de Elche, que después de perder en junio a una de las dos funcionarias tramitadoras de refuerzo que tenía desde hace dos años se vuelve a encontrar ahora con que se reincorporará, pero sólo para tres meses. Nada nuevo, sólo recuperar lo que se perdió en junio. En la plantilla del Registro Civil contarán a partir de ahora con dos funcionarias de refuerzo para tres meses, una situación transitoria que no pone solución al problema estructural que tiene el servicio en cuanto a falta de medios humanos y materiales y que no deja de ser un parche. Después de este balón de oxígeno que apenas da para sobrevivir a malas penas de puertas para adentro (con funcionarios agotados, ciudadanos desesperados por la lentitud de sus trámites y profesionales del derecho poniendo el grito en el cielo) la Conselleria de Justicia promete mejoras. De hecho, desde la entidad autonómica aseguran que los presupuestos de la Generalitat para 2016 incluirán una partida económica para mejorar el personal y los medios técnicos (quizás dé una idea de la precariedad de los mismos saber que las impresoras se rompen y tardan meses en ser revisadas).
Mientras ese refuerzo llega el año próximo -sin que la Conselleria haya podido por el momento concretarlo, aunque sí prometer que está en ello-, los responsables del Juzgado de Primera Instancia 3 (que se encargan el Registro Civil) saben del interés de los responsables del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana para entablar relaciones tendentes a mejorar la situación. No son por ahora más que ecos de soluciones que se vienen esperando desde hace muchos años y que tendrán que ser contundentes si aspiran a resolver la situación límite a la que se ha llegado por dejadez y por desidia, en opinión de los sindicatos, los partidos políticos de oposición a nivel autonómico (los que lo eran hasta las pasadas elecciones) y los colegios profesionales.
Una plantilla de ocho funcionarios con dos refuerzos atienen a una población de casi 290.000 personas, y eso ha derivado en que el papel apilado cada vez llegue más arriba mientras el trabajo se acumula. Así, las agendas están cerradas para pedir cita para tramitar un expediente de nacionalidad, cuando se abren las citas se agotan en cuestión de horas y se ha llegado a detectar reventa de números a un año vista, pero además el expediente se demora después casi otro año porque la tramitación lleva un retraso significativo. Una vez enviado a Madrid, ese expediente aún tardará dos años más en ver la luz.
En cuanto a los matrimonios civiles, dado que el juez es compartido con un juzgado de primera instancia, sólo pueden celebrarse 20 enlaces al mes. La agenda, por tanto, está repleta para muchos meses y las parejas que quieren iniciar el expediente (sólo para llevar documentos y pedir fecha) tienen que esperar cerca de un año. Eso si consiguen cita, porque la plataforma de cita previa de internet funciona peor que mal y falla constantemente. Para corregir errores, para cambios de nombre o para atención general hay que armarse también de paciencia.
Insatisfacción
Madrugadoras colas de gente sin cita ante el mostrador, trifulcas que obligan a intervenir a la Guardia Civil o insatisfacción de los usuarios son la norma. Y ante eso, las soluciones están aún por llegar, aunque las buenas intenciones sí se hayan puesto por fin sobre la mesa. Entre octubre, noviembre y diciembre el personal contará con esas cuatro manos de más, que consiguieron que comenzaran a responderse las peticiones telemáticas de certificados de nacimiento, defunción o matrimonio; certificados que se pueden pedir por internet, que antes ni se contestaban y que ahora se puede aspirar a recibir en casa en un plazo de unos tres meses.
El agravio comparativo con otros registros en lo que los certificados se expiden en cuestión de días es algo que muchos profesionales y usuarios han lamentado ya. Y es que, por ejemplo, para iniciar un expediente de nacionalidad o de matrimonio en el Registro Civil de Benidorm hay cita para esta misma semana según la plataforma de la Conselleria de Justicia en internet, mientras que para Elche el sistema ni siquiera responde (quizás porque las agendas estén completas para los próximos doce meses, como ya ha ocurrido en otras ocasiones).
