El Ayuntamiento de Elche va a seguir trabajando en la modificación de la Ordenanza de Edificación y Urbanización que limita los trabajos de empresas constructoras durante los meses de julio y agosto en la zona del litoral ilicitano. El gobierno tripartito, formado por PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche, aprobó ayer en solitario la modificación del reglamento municipal en el pleno, pero dejó la puerta abierta a seguir trabajando en el tema, a la vista de las críticas y propuestas que llegaron desde el PP, Ciudadanos y Partido de Elche.
La modificación de la ordenanza que se aprobó ayer, y que está en exposición pública, prohibe obras de demolición total o parcial, movimientos de tierra, excavaciones, cimentaciones y ejecución de estructuras en las zonas urbanas y urbanizables de Arenales de Sol y en las zonas urbanizables de La Marina.
No obstante, desde las filas del PP, Vicente Granero, aseguró durante el pleno que «estamos ante una modificación improvisada, que deja fuera el suelo urbano de La Marina y el casco urbano de El Altet». Granero también cuestionó que sí que se vaya a permitir obras públicas en la calle. El portavoz de Ciudadanos, David Caballero, también pidió incluir El Altet, al igual que el edil del Partido de Elche, Jesús Pareja.
Ante estas consideraciones, el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, defendió que se trata de una medida para evitar molestias a los veraneantes, como ha sucedido durante el pasado verano en Arenales del Sol, y reconoció que la modificación está en información pública, y que «estamos abiertos a mejoras».
La portavoz de Compromís, Mireia Mollà, y socia del equipo de gobierno, apuntó que «esta modificación se hace ahora para que la tengan en cuenta las empresas», y apuntó que en un principio «hablamos de playas ubicadas junto a suelo urbano y urbanizable».
IBI
Otro asunto que generó debate en el pleno de ayer, pese a sonar repetitivo, fue el de la moción de Ciudadanos que pedía que el Ayuntamiento elimine en 2016 el incremento del 10% del Impuesto de Bienes Inmuebles.
Esta moción fue rechazada por el tripartito. PSOE y Compromís indicaron que no pueden rebajar el IBI sin que la medida lleve aparejada un recorte en los servicios que presta el Ayuntamiento, mientras que en Ilicitanos por Elche se mostraron partidarios de la rebaja, aunque matizaron que se debe proponer después de un estudio previo que no se ha realizado y que, por tanto, no podían apoyar la moción.
El Partido Popular y el Partido de Elche sí que apoyaron la moción, rechazada por el tripartito que insistió en que estudiará la rebaja progresiva para próximos años, así como bonificaciones para familias con pocos recursos.
En este sentido, la concejal de Hacienda, Ana Arabid, aseguró que «el recibo del IBI no va a subir en 2016», después de poner en duda las fórmulas propuestas por grupos como el Partido de Elche, que insiste en recuperar la gestión que realiza SUMA, para ahorrar los 5,5 millones de euros que el Ayuntamiento necesitaría para equilibrar la bajada propuesta.
Trasvase
El tema del agua volvió a copar ayer gran parte del debate político en Elche, a propuesta de una moción en defensa del trasvase Tajo-Segura que presentó el Partido Popular.
Mercedes Alonso lamentó que los regantes se hayan quedado sin el apoyo del Consell en la defensa de sus intereses. La exalcaldesa aseguró que «con el memorandum del Tajo-Segura está garantizada, pero el gobierno de Castilla-La Mancha dice que no nos da agua, cuando sabemos que la están desaprovechando».
Esta moción salió adelante gracias al apoyo de Ilicitanos por Elche, que se desmarcó de sus socios de gobierno para unirse a PP, Ciudadanos y Partido de Elche. PSOE y Compromís se quedaron solos votando en contra después de intentar que el PP separase los puntos del texto para tratar de brindar su apoyo al trasvase, sin tener que mostrarse a favor de la interconexión de cuencas, que también pidió el PP, sin nombrar explícitamente el trasvase del Ebro.
En otro orden de cosas el concejal del PP, Luis Ángel Mateo, se mostró crítico con la gestión del tripartito por «perder» el tiempo gestionando el cambio de la denominación de algunos órganos para pasarlos al valenciano.
