Desechos con los que poder montarse una casa o plantar un jardín. Con esta problemática se han acostumbrado ya a vivir muchos de los vecinos de las partidas rurales. El campo ilicitano parece no tener escarmiento con los «vertederos improvisados» visibles a simple vista, junto a caminos y también en carreteras municipales. Los restos de poda, escombros, muebles, colchones, bolsas de basura, papeles, plásticos... desatan las quejas vecinales.
La Marina ha reflejado desde esta semana esta falta de civismo, donde, además, sufren el abandono de los contenedores de basura deformados y sin tapaderas.
Y es que, en el vial que conecta el casco urbano de Elche con la pedanía acumula al menos una docena de depósitos en estas condiciones.
Desde el Ayuntamiento, señalaron que tienen constancia de esta situación en las pedanías, ya que el anterior equipo de gobierno tan sólo renovó los contenedores del casco urbano en 2012 cuando realizó la prórroga de la contrata.
Sin embargo, también señalaron que algunos vecinos se han mostrado partidarios de tener los depósitos de basura sin tapadera para poder tirar las bolsas de una forma más sencilla desde la carretera. La ciudad cuenta con un total de 3.000 contenedores en todo el término municipal, cuyo coste asciende a 1.000 euros cada uno.
