La Junta Rectora del Misteri d'Elx debe modificar algunas prácticas para ceñirse a la legislación. La última reunión de patronos, que se celebró el pasado martes por la noche, ha puesto de relieve la necesidad de sacar a concurso público el contrato del Mestre de Capella, al suponer un coste anual de más de 18.000 euros.
Hasta la fecha el Misteri ha ido escogiendo y contratando a las personas que han desempeñado este cargo, de gran importancia dentro de la familia de la Festa, pues tiene encomendado la dirección de los cantores durante las representaciones del drama asuncionista. No obstante, desde la Casa de la Festa se está trabajando en los últimos meses en la normalización de su contratación para tratar de ajustarse a la legalidad.
Por su carácter, el Misteri está considerado como una empresa pública de la Generalitat Valenciana, por lo que todos los procesos de contratación deben estar sometidos a los dictámenes de la ley, que, en este caso, puede chocar contra la tradicionalidad que caracteriza al Patrimonio de la Humanidad.
El presidente del Misteri, Fernando García, explicó a este diario que «estamos estudiando la fórmula correcta para renovar los contratos, que tenemos que tener resueltos en enero». Sobre cómo se va a hacer, García indicó que «tenemos que ver el tema con la Generalitat, ya que no lo tenemos claro, al ser considerados como una empresa medio pública y medio privada, por lo que esperamos dar con la fórmula adecuada».
Si el Misteri tuviese que sacar, finalmente, el contrato laboral del Mestre de Capella a concurso público deberá fijar unas bases muy concretas para evitar que se produzca un efecto llamada y acuda una avalancha de aspirantes a un puesto que desde el año 2001 ocupa la misma persona, José Antonio Román Marcos.
Fuentes próximas a los cantores indicaron que «el objetivo es hacer las cosas como marca la legislación, cumpliendo las normas» . Mientras que otras personas del entorno de la Festa apuntaban a la problemática que puede suponer un cambio constante de Mestre de Capella, ya que sería complicado hacer frente a las representaciones con un mínimo de calidad.
Así las cosas, en la Casa de la Festa deben hacer los deberes para cumplir con la legislación, al igual que para ser más transparente, como ya pidieron en agosto los nuevos patronos.
