El Ayuntamiento de Elche se ha visto forzado a buscar fórmulas para evitar la especulación con las nuevas casas de la primera fase que se construirán en San Antón. En este sentido, el equipo de gobierno pretende presentar «de manera inminente» un pliego de condiciones, que finalmente tendrá que ser aprobado por la Generalitat.
«Me consta que hay casos de querer comprar la casa a los vecinos que actualmente viven en un edificio en condiciones precarias para conseguir automáticamente el derecho a la nueva propiedad», explicó el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez.
Y es que, el proyecto de regeneración de San Antón contempla el traspaso del derecho de propiedad de la antigua vivienda a la que actualmente está en construcción.
«Ahora mismo, los bloques están considerados de renta libre, por lo que una vez que se entreguen las llaves, se podrían poner en el mercado al precio que uno quisiera», explicó Sánchez.
Ante ello, la tarea a la que se enfrenta ahora el tripartito es evitar que se realicen negocios con viviendas que se están levantando en la zona y que serán sufragadas por un lado, entre el Ministerio, la Generalitat y los propios vecinos. Y es que, esta decisión no había sido resuelta por el anterior equipo de gobierno cuando dejó el Ayuntamiento, pese a que la regeneración del barrio ya había comenzado.
Así las cosas, según el edil de Urbanismo, el objetivo es cambiar la calificación las viviendas de la primera fase que darán un hogar nuevo a 308 familias del San Antón.
Entre las fórmulas legales sobre las que ya trabaja el Ayuntamiento se encuentra la Vivienda de Protección Oficial (VPO), con lo que el propietario de la nueva casa tendría que respetar siempre un proceso de venta específico, en el cual están claramente definidos, tanto los requisitos a cumplir por el adquiriente como los límites de precio máximo de venta que se pueden aplicar.
Por otro lado, el Consistorio baraja decantarse por el derecho de tanteo y retracto. Esta posibilidad, daría preferencia a la administración a la hora de comprar la vivienda y tendría que valorarse el dinero que habría pagado el vecino por la nueva casa.
La Generalitat y el Ayuntamiento han manifestado recientemente su compromiso de impulsar la regeneración del barrio.
Desde el equipo de gobierno, José Manuel Sánchez, destacó que «la financiación para esta primera fase, que afectará a los bloques d, ya que el Plan de Vivienda del Ministerio acaba en 2016, y va a ser imposible finalizar las obras de los cuatro inmuebles el próximo año», puntó Sánchez.
De esta manera, el plazo de entrega del primer bloque, que ahora está en construcción, es entre junio y julio de 2016. Mientras que Pimesa está trabajando ahora en la redacción del anteproyecto de los los tres de edificios que están pendientes de edificar.
