Llega septiembre y, una vez más, la posibilidad de que se produzcan fuertes lluvias coincide con una limpieza de barrancos que en algunos puntos resulta eficiente y en otros inexistente. No se puede decir que la época de gota fría sea imprevisible, y sin embargo los deberes están a medio hacer en muchos puntos conflictivos en los que la acumulación de escombros, basura, enseres o vegetación sin desbrozar supone un elevado riesgo de taponamiento del cauce natural de las aguas o de que las escorrentías arrastren consigo todo tipo de objetos. El Ayuntamiento inició a finales de julio una batida con brigadas municipales para paliar en la medida de lo posible la situación y se dirigió desde la Concejalía de Barrios, Pedanías y Emergencias (que dirige Cristina Martínez) a la Confederación Hidrográfica del Júcar para solicitarle una actuación necesaria y urgente. Es la Confederación, según los responsables municipales, la que tiene la capacidad de actuar en los barrancos puesto que están bajo su gestión, algo que el Ayuntamiento debe complementar limpiando las zonas de caminos o cruces. Mientras tanto, un año más, la época de lluvias llega sin que todo esté resuelto y los vecinos que residen junto a zonas de riesgo vuelven a mirar los cauces y al cielo temiendo que se repitan los cortes de caminos de acceso o las avenidas de agua.
El Ayuntamiento ha iniciado la limpieza del entorno de los barrancos más conflictivos de la ciudad ante el riesgo de la gota fría. San Antón, Arcos, Monjas, El Grifo y Barbasena son las zonas más críticas dentro del municipio y que mayor riesgo tienen cuando se producen precipitaciones fuertes. Desde la concejalía de Seguridad apuntaron que ya se han adecentado las zonas más peligrosas, sin embargo sólo se ha podido actuar en los caminos o cruces próximos a estas ramblas, ya que la limpieza de barrancos que no son de propiedad municipal correspondería a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
El comportamiento incívico de algunos vecinos pone el resto, puesto que la basura aparece por doquier, desde electrodomésticos a neumáticos. Elche ya se salvó de las trombas de agua que en media hora dejaron decenas de litros en Alicante o Torrevieja hace apenas unos días, una amenaza que se mantiene del 15 de septiembre al 15 de noviembre y que llega otra vez, unos por otros, con los barrancos sin barrer.
