Una mayor promoción de una de las grandes señas de identidad de la ciudad. Con este reclamo los productores del dátil de Elche reivindican apoyo institucional para dar salida a un producto único en Europa, ya que su maduración es pionera en todo el país,al igual que su sistema de conservación, que alarga seis meses la época de comercialización del dátil, lo que permite tener sobre la mesa esta delicia nueve meses.
La ciudad, con el Palmeral reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, produce en torno a las 40 toneladas de esta fruta apta para el consumo, aproximadamente cada año, principalmente procedente de las palmeras in vitro. Unos ejemplares que fueron creados gracias a la investigación desarrollada durante 15 años por la Estación Phoenix de Elche, cerrada ya hace tres años.
Ahora, las palmeras «probeta» que nacieron gracias a una técnica de referencia mundial, están en pleno apogeo de producción, tras haber crecido y llegado a su fase adulta, según el presidente de la Asociación de Palmereros de Elche, Miguel Ángel Sánchez.
Sin embargo, el alto en el camino de la investigación, propiciado por el cierre del centro ilicitano, unido a la falta de promoción de los dátiles es el gran caballo de batalla de la ciudad.
«El producto no se sabe comercializar y ya no se producen nuevas palmeras in vitro, por lo que no se está luchando para evitar el retroceso de la plantación de ejemplares», apuntó Sánchez. El representante del colectivo de palmereros apuntó, además, que «se debe seguir apostando por el cultivo in vitro y desde el Ayuntamiento se debe ayudar a los cultivadores a crear canales de distribución, así como a abrir mercado dentro y fuera de España».
De esta manera, alrededor de una veintena de cultivadores de dátiles obtenidos con la técnica in vitro, son los que aglutinan la mayor parte de la producción ilicitana en este sector, unidos en una cooperativa. El colectivo, que vende variedades exclusivas y altamente diferenciadas (medjoul y confitera), coincide en la necesidad de darle salida al dátil fresco y no perderlo.
«Nos vendieron un sistema de color de rosa con las palmeras in vitro, pero es vital un mayor apoyo institucional para poner en valor un auténtico manjar, que llega a lugares como Valencia, Murcia y Barcelona», apuntó Antonia Miralles representante de Datelx, sociedad agraria que reúne a trece cultivadores de dátiles.
Así las cosas, la importancia de potenciar el consumo, la esperanza en la reapertura de la Estación Phoenix y la rentabilización del consumo del fruto del palmeral forman parte de la lucha de ese sector que precisa más atención en la ciudad.
