Vecinos del tramo de la Avenida de la Libertad más próximo al colegio Ramón Llull o el instituto Nit de l'Albà reclaman al Ayuntamiento una mejora en la zona ajardinada en la que no sólo piden que los árboles reciban algo más de agua o que los tramos de tierra cuenten con césped (del mismo modo que en el resto de la avenida), sino sobre todo que se dote de mayores medidas de seguridad al área donde juegan los niños. Una de las vecinas, Encarni Cantero, ya ha registrado en el Ayuntamiento una petición para que se instalen vallas protectoras en las salidas del parque, puesto que una rampa conduce de forma peligrosa a los niños que juegan con bicicletas, patinetes o patines hacia la calzada de dos carriles e intensa circulación. «A ver si van a esperar a que pase una desgracia para venir a poner las vallas que ya tienen en otros parques», lamentan.
Algunos residentes en la zona aseguran también que los ficus tienen aspecto de haber comenzado a secarse o que la falta de césped ha convertido ese tramo en un secarral en el que se levantan polvo y tierra por doquier, hasta el punto de que los parques son a veces impracticables, y que esa desidia ha hecho que propietarios de mascotas hayan entendido lo que debería ser una zona verde como un espacio para sacar a los perros a hacer sus necesidades. Mientras tanto, miran a otros tramos de la Avenida de Libertad y quisieran contar con, al menos, el mismo mantenimiento.
