Las condiciones deficitarias que atraviesa el Hospital General de Elche ha elevado el malestar de los trabajadores sanitarios, que han denunciado el abandono de algunas dependencias de Urgencias, en concreto la sala de celadores.
Personal del centro hospitalario ha criticado el mal estado del habitáculo destinado al descanso y a las tareas de organización de los auxiliares de esta área. Y es que, la zona apenas tiene espacio suficiente para la entrada de todos los celadores y su dejadez ha provocado la rotura del aparato del aire acondicionado, la aparición de goteras y la rotura de los asientos.
Según el propio personal, que ha lamentado las malas condiciones de trabajo a la que se exponen cada día, los trabajadores se han visto obligados a subsanar con un gotero la instalación.
A estas molestias se ha sumado, según los auxiliares, la constante presencia de ratas no sólo en la zona de Urgencias, sino también en otras dependencias del Hospital General.
Y es que esta realidad, según denuncian, no es nueva, pero tampoco se ha erradicado, ya que en los años anteriores el personal de otras áreas sanitarias, como en Partos, ya atisbaron este problema de salubridad. Asimismo, la presencia de roedores se ha dado anteriormente en despachos médicos, la cafetería de Urgencias y en almacenes.
«La situación de abandono que sufre el Hospital General no es tolerable por culpa de la falta de atención de la dirección económica y la gerencia. Hay que tomar medidas para evitar el mal estado de las dependencias y desrratizar, ya que el centro está rodeado de palmeras», señaló la concejal de Sanidad, Cristina Martínez.
El colectivo de celadores también se enfrenta a la falta de personal. Los trabajadores denunciaron que las bajas no llegan a cubrirse hasta como mínimo los 15 días, por lo que se ven obligados a asumir el trabajo de los que faltan.
Por otra parte, los ilicitanos también han reflejado su enfado ante la saturación que ha sufrido el área de Urgencias del Hospital General durante la semana de fiestas, donde, por ejemplo, pacientes han denunciado haber tenido que esperar hasta seis horas para ser atendidos.
Una situación que se trasladó, además, a los centros de salud, que únicamente abrieron por las mañanas, y que tenían demoras de hasta ocho días en dar una cita con el médico, según criticaron afectados.
