La problemática del Registro Civil de Elche, que está desembocado en prácticas ilegales, como la venta de citas previas en el mercado negro, está pasando, según parece, desapercibida en la Conselleria de Justicia, que sigue sin adoptar medidas para enviar a la Ciudad de la Justicia de Elche al personal que necesita, por lo menos una decena de funcionarios. Y el asunto pasa desapercibido pese a que la última jueza que estuvo hasta hace pocas semanas remitió un escrito informando de la necesidad de mantener a los refuerzos contratados en 2014 y aumentar la plantilla. Algunos trabajadores también han dado traslado de este problema a la Conselleria pero en ninguno de los casos ha habido respuesta. La única medida ha sido prescindir de uno de los dos refuerzos que la administración contrató para «desatascar» el Registro Civil en 2014. j. a. m.
