Por mucho que estuviese anunciado que el Gobierno en Elche sería un tripartito de PSOE, Compromís e Ilicitanos por Elche, muy pocos consiguieron evitar ayer contar de cabeza los votos, a medida que los iban sacando de la urna, o sumar con los dedos o apuntar en un papel: La presidenta de la mesa de edad, la concejal socialista Purificación Vives, fue «cantando» en voz alta... Cuando Carlos González llegó a catorce, cuchicheos y aplausos en el salón de plenos. Elche tiene nuevo alcalde, uno que se presentó con un discurso de veinte minutos hablando de «consenso», de «diálogo», de «mayoría plural», de «lugares de encuentro», de «debate sereno y constructivo»... En definitiva, de reto que tiene por delante, que no es otro de gobernar de acuerdo con otros dos partidos y de hacer que ese entendimiento dure.

El pleno estaba convocado a mediodía. Comenzó con cinco minutos de retraso. González, ya comportándose como primer edil, llevaba su buena media hora saludando al público tanto fuera como dentro del Ayuntamiento (en la Plaça de la Fruita una pantalla permitía seguir el acto a quienes no tenía invitación ni acreditación). El pacto, anunciado a mediados de la semana pasada, se escenificó desde el principio.

Así, los tres cabezas de lista que compartirán funciones de gobierno -González junto a Mireia Mollà, de Compromís, y Cristina Martínez, de Ilicitanos por Elche- se sentaron juntos, aunque eso les obligara a separarse de sus compañeros de partido. Los grupos municipales que forman parte de ese tripartito ocuparon los bancos a la izquierda del público, aquellos en los que siempre se ha sentado el gobierno, y el PP de Mercedes Alonso regresó a la derecha tras su único mandato de gobierno en Elche (2011-2015), con Ciudadanos (que había anunciado su abstención) y con el Partido de Elche (que respaldó al «tripartito» pero no se integra en el equipo de gobierno, de momento).

Juras y promesas

Cada uno de los 27 concejales colocaron por turnos su mano derecha sobre la Constitución. Los nueve del PP, uno del PSOE (José Pérez) y una de Ciudadanos (Eva María Crisol) juraron sus cargos; el resto prometieron. Diez optaron por el valenciano (Antonio Luis Martínez-Pujalte del PP; Carlos González, Ana Arabid, José Manuel Sánchez y Patricia Maciá, del PSOE; Mireia Mollà, Antonio García, Felip Sánchez y Esther Díez de Compromís per Elx; y Juan Antonio Sempere, de Ciudadanos), mientras que Jesús Pareja, del Partido de Elche, optó por una fórmula mixta, que también empleó Mireia Mollà en su turno de palabra y González, ya investido alcalde, en su discurso. Con la anécdota de que la medalla de concejal de David Caballero (C's) se cayera al suelo quedó constituida la corporación, exactamente a las 12.33 horas.

El discurso del nuevo primer edil tendió la mano a la participación de la sociedad y a las asociaciones y plataformas ciudadanas comprometiéndose a liderar «un gobierno que escuche». Ensalzó el papel de una oposición fiscalizadora a la que tratará de forma «considerada», avanzó transparencia en la gestión y en el gasto y entró en materia para asegurar que tratará de acabar con el «déficit crónico de inversión autonómica y provincial» que ha padecido Elche. Habló de infraestructuras, de educación y sanidad públicas, de justicia contra las corruptelas o de revertir las desigualdades que han provocado la crisis y los recortes.

Suelo industrial, rehabilitación de viviendas, poner los mimbres para reactivar la creación de empleo, un nuevo Plan General de Ordenación Urbana... Fueron otros de los adelantos de lo que pretende llevar a cabo, y no se olvidó de objetivos culturales, como recuperar de forma permanente la Dama de Elche o establecer vinculos con el legado de Miguel Hernández.

Prioridad

Pocos ámbitos de gestión se dejó en el tintero, pues dedicó unas pinceladas finales a comprometerse con la fuga de talento, el «machismo criminal» o la dependencia, todo ello ante la mirada de Mercedes Alonso, quien abandonó «de facto» la Alcaldía y se despidió mencionando en una intervención tranquila que la prioridad sigue siendo el empleo y que «se inicia una nueva etapa en el Ayuntamiento de Elche, en el que por primera vez se encuentran representadas seis formaciones políticas».