Emoción y alegría. Los miles de ilicitanos que salieron ayer a las calles del centro de la ciudad para celebrar el día de la Resurrección de Cristo vivieron una mañana cargada de fe al paso de una emotiva procesión, conocida como la de las Aleluyas, en la que salieron las imágenes de Cristo Resucitado y la Virgen de la Asunción.

Sin duda, un fin de la Semana Santa idílico, con una temperatura primaveral de veintiún grados que hicieron la delicia de los ilicitanos y turistas que estos días visitan la ciudad y que agolparon cada una de las calles por las que pasaron las imágenes.

Por segundo año consecutivo la Cofradía del Cristo Resucitado sacó su imagen desde la basílica de Santa María a las 10 horas. La iconografía muestra a Cristo resucitado, un Ángel y dos sayones. Un dato curioso de la escultura es que fue una de las pocas que se salvaron de la quema de Santa María en la Guerra Civil, por lo que la talla que sale en procesión es la original y data de 1790.

Por su lado, media hora más tarde era la imagen de la Virgen de la Asunción la que salía desde su basílica de procesión para encontrarse con su hijo recién resucitado. Una tradición que se cumple cada Domingo de Resurrección desde 1531.

«Merece la pena vivir un año más solo por ver cómo toda la gente, niños y mayores, salen a recibir a la Virgen y a Cristo», explicaba Isabel Salvador, una mujer que pasados los ochenta años, dice cumplir cada año con la tradición de las Aleluyas.

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Y lo cierto es que quienes acudieron al encuentro de las dos imágenes pudieron comprobar cómo el contraste entre generaciones hace que la tradición siga más viva que nunca.

Acompañada por una multitud de cofrades de cada una de las cofradías de la Semana Santa ilicitana, la imagen de la Virgen de la Asunción recorrió la Plaza del Palacio, el Puente de Altamira, Vicente Blasco Ibañez y así hasta llegar a la puerta de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús donde la Patrona fue venerada con una salve.

Con distinto recorrido la imagen de Cristo Resucitado recorrió las calles Major de la Vila, Paza Menéndez-Pelayo, Alfonso XII, Puente de la Virgen, Plaza del Puente, Major de Pla, Mariano Benlliure, José María Pemán hasta llegar a Reina Victoria donde a las 11.30 horas protagonizó el emotivo y esperado encuentro con la imagen de la Virgen de la Asunción.

Ambos tronos fueron recibidos por miles de Aleluyas que desde los balcones los vecinos de Elche lanzaron y que llenaron el cielo ilicitano de color y alegría.

Al grito de «¡Viva la Mare de Déu!», los ilicitanos que salieron al encuentro de las dos imágenes aplaudían y veneraban a los dos tronos. Asimimo, acompañados por el himno del «Aromas Ilicitanos», las autoridades municipales, entre ellos la alcaldesa de la ciudad Mercedes Alonso, que iba vestida para la ocasión de mantilla y vestido blancos, el coordinador de Cultura, Pablo Ruz, entre otros ediles; junto con miembros del PSOE y Partido de Elche acompañaron en procesión a la Patrona y al Cristo Resucitado.

«Ha sido una procesión sin muchas novedades, que es lo bonito», señalaba el coordinador de Cultura, Pablo Ruz, quien ha calificado esta Semana Santa de «fenomenal» por el buen tiempo que ha hecho durante toda la semana y por la multitud de gente que ha salido a las calles de Elche para predicar su fe.

Pero el caluroso tiempo acentuado por la multitud de gente que abarrotó el centro de Elche causó estragos también para algunas de las personas que acudieron a la procesión. En total, los sanitarios de DYA atendieron durante la mañana de ayer a diez personas a causa del calor.

«La mayoría de las intervenciones han sido por desvanecimientos. Eran personas que llevaban al sol casi desde las diez de la mañana hasta la una del mediodía», comentaba Antonio Tarí, responsable de DYA. Dos personas tuvieron que ser trasladadas al hospital sin consecuencias graves para su salud.