El tramo construido de la Ronda Sur asiste en las últimas semanas a una actividad febril por parte de operarios, camiones y máquinas. Ya se han instalado prácticamente todas las luminarias, se están culminando las señales verticales y también las horizontales. Se están acabando los márgenes de los viales y las rotondas y se han plantado árboles y acondicionado pequeñas zonas verdes. Todo ello es debido a que antes de que finalice este mes la Ronda Sur, desde la carretera procedente de Torrellano, hasta la altura del puente de Barrachina, en torno a unos 6 kilómetros, debe estar totalmente operativa. Así lo avanzó ayer la alcaldesa, Mercedes Alonso, quien también dejó entrever que alguna autoridad del Gobierno central podría acudir a inaugurarla. Esta nueva infraestructura, con un coste al final cercano a los 51 millones de euros, incorpora además un carril bici y también unos viales añadidos posteriores para, por ejemplo, agilizar la salida y entrada al estadio de fútbol Martínez Valero. Además, la actual Ronda Sur también conecta con la carretera de Santa Pola, otro vial que soporta un gran volumen de tráfico. J. M. G.